El cierre de espacios culturales, a causa de la pandemia por el covid-19, sigue generando estragos, sobre todo a los museos.
Toca el turno al Museo del Dulce, que ha comenzado una campaña de donación invitando al público a apoyar desde 50 pesos a través de su cuenta de Facebook @MuseodelDulce.
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Ubicado bajo la Explanada Santa Lucía, el museo abrió sus puertas en 2015 tras un largo sueño de su fundador, don Arturo Santoscoy Chávez.
El espacio brinda un recorrido por las golosinas y comidas regionales, recreando escenas como los anaqueles de las antiguas tendajos, la elaboración de la leche quemada o del cabrito al pastor.
Arturo Santoscoy indica que han lanzado la campaña de recaudación porque no quieren cerrar el museo. De este espacio dependen 15 familias, a quienes se les ha pagado una parte durante este periodo de confinamiento.
El museo nació como una iniciativa privada, y ahora se ha convertido en una asociación civil en búsqueda de acceder a donativos para mantener el espacio.
“Sería una tristeza muy grande para nosotros perder esta labor, porque es un espacio educativo y cultural que siempre recibe a niños y adultos mayores”, explicó don Arturo Santoscoy.
A través de la página donadora.org/campanas/dulces-recuerdos-monterrey se está haciendo la recaudación, donde los interesados pueden aportar desde 50 hasta 2 mil pesos. Hasta el momento, la recaudación ha obtenido 5 mil pesos.
Una vez culminada la campaña, se entregarán algunos presentes a los donadores dependiendo el monto aportado. La meta es lograr reunir 300 mil pesos para salvar al Museo del Dulce.
“Hemos pensado que, si logramos rescatar el museo, en agradecimiento lo dejaremos abierto totalmente gratis. No quisiéramos que el museo muera”, agrega su propietario.
La entrada al museo tiene un costo de 40 pesos a público general y de 30 a niños.
Una vida de dulce
Su infancia estuvo rodeada de dulces, ya que sus abuelos se dedicaban a la producción de dulces típicos.
La idea nació hace algunos 30 años, como una manera de que los dulces y platillos tradicionales de Nuevo León, como turcos, glorias o membrillos, se conocieran entre la población.
“Teníamos una dulcería, que era de mis abuelos, y la gente nos preguntaba qué se le echa al quesito de nuez, o a las glorias, o cómo se hacen las nueces garapiñadas. Entonces pensaba ‘hay que explicarle a la gente’, porque son dulces de aquí”, recordó.
Los museos y espacios culturales permanecen cerrados al público desde marzo, cuando se decretaron las medidas de confinamiento a causa de la pandemia.