Hace unos días visitaba Irlanda, su capital Dublín, y al trasladarme del aeropuerto al hotel conversaba con el taxista, un irlandés de unos cincuenta años. Le pregunté, cómo es mi costumbre cuando viajo a un país con tradición de música narrativa, dónde se podían escuchar baladas. Las baladas irlandesas son parientes lejanos de nuestros corridos. Ambos descienden de la balada europea. Son historias que se contaban y se cantaban en las lenguas originales desde al menos la Edad Media.
El taxista me informó de un par de lugares, enfatizó el bar Coblestone donde, me dijo, se reunían los músicos mayores, los de la vieja guardia. Se quedó pensando y luego de un momento agregó que en Irlanda solamente los turistas y las personas mayores escuchaban baladas. Yo encajo sin problema en ambas categorías. Por supuesto que no me ofendí, pero sí reflexioné o, mejor dicho, continué una reflexión (ésta) sobre la naturaleza del corrido mexicano, del corrido mexicano contemporáneo y del corrido más tradicional.
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Yo me dedico, en el sentido más elemental de mi investigación académica, a pensar el corrido. Lo pienso y también lo historizo. Así, puedo confirmar que el caso del corrido mexicano es único entre los descendientes de la balada europea. Es único en el mundo.
En muchas regiones se cantaban baladas, es decir canciones narrativas, canciones que cuentan una historia que no es de amor, (esas son canciones líricas). Se cantaban baladas en Inglaterra, Escocia, Irlanda, Francia, Italia y por supuesto en España. De ahí, de España, provienen nuestros corridos, de la balada española o romances españoles. Los romances llegaron con los conquistadores. Bernal Díaz del Castillo, soldado de Cortes y cronista de la conquista, nos cuenta que ante la expectativa de su aventura, todavía en el barco Hernán Cortés habría dicho: “Denos Dios ventura en armas como al paladín Roldán”. Es decir que habría usado un romance como inspiración, el Romance de Gaiferos.
Los romances tomaron carta de naturalización en México y se convirtieron en corridos. Tuvieron su gran auge en la época de la Revolución mexicana. Los corridos de la Revolución continúan siendo muy estimados, pero el género continuó. El corrido mexicano continúa hasta nuestros días. Ahora mismo cientos de personas están subiendo sus composiciones, sus corridos a internet, a YouTube , a tik tok y a otras plataformas. Aún más, en México el corrido es una cosa de jóvenes.
En Dublín pude ir a algunos de los bares donde se tocaba música irlandesa, baladas irlandesas y al platicar con algunos de los tertulianos y con los músicos se sorprendían cuando yo les decía precisamente esto, que en México este tipo de canciones están entre las más solicitadas por los jóvenes, entre las más escuchadas por los jóvenes. Son las que más descargan de acuerdo a las estadísticas de las plataformas. No son cosa del pasado como en Europa, como en Irlanda. Acá son cosa del presente. Son temas para noticias virales, para memes, para tiktoks que se consumen por millones diariamente.
Un tema de discusión frecuente es la influencia del corrido en la sociedad. Para mí, la clave del asunto no es tanto pensar la influencia del corrido en la vida diaria sino la influencia de la vida diaria en el corrido. En un primer término, la vida diaria se refleja en el corrido. Eventualmente también es lo contrario, pero el orden importa: primero hubo Revolución mexicana y luego hubo corridos de la Revolución; primero hubo narcotráfico y luego corridos de narcotráfico; primero hubo violencia y luego corridos bélicos.
Cuando se modifiquen las condiciones de nuestro país considero pueden suceder dos cosas: pueden cantarse corridos de otros temas, temas más edificantes, más morales, más éticos. O bien, puede desaparecer el corrido como género, porque me parece que el corrido se alimenta de la violencia, de la injusticia, de la rebeldía. No creo que un país donde solo reine la felicidad pueda producir corridos y mucho menos corridos exitosos. Antes a los corridos se les llamaban tragedias. Ambas etiquetas eran prácticamente sinónimos y se decía la tragedia o el corrido de fulano de tal. Entonces, de nuevo, no creo que un país donde solo reine la felicidad pueda producir corridos. No un corpus significativo. Pueden haber corridos aislados, pero sin eco, sin que a nadie o a muy pocos les interese.
Es importante destacar que México no solamente es el único país en el mundo que tiene una tradición baládica viva. En México el corrido es una tradición viva muy exitosa. Muchos corridos se están escribiendo ahora mismo. En otros países si acaso se siguen cantando las baladas antiguas o quizás se escriban algunas pocas nuevas, en un intento por mantener viva una tradición. En México (y cuando hablo de México me refiero también al México de afuera) el corrido no es solo una tradición viva sino que - y esto es muy importante - también una industria. Es la principal industria musical del país. Incluido en lo que usualmente se conoce como música regional mexicana, que ahora quizá habría que denominar música global mexicana, el corrido o lo que asociamos con corrido es el segmento más importante, el más próspero, una verdadera industria de muchos miles de millones de dólares.
El fenómeno de Peso Pluma
Hace algunos meses, a fines de abril e inicios de mayo me comenzaron a llegar muchas peticiones de entrevistas para diversos medios tanto de Estados Unidos y Europa como de México, de la capital del país principalmente. Querían entender el fenómeno de Peso Pluma que había explotado en un lapso de muy pocas semanas.
Quienes escuchamos la música regional mexicana, y particularmente el corrido, conocíamos ya un poco de su carrera, sobre todo por el escándalo que causó su presentación en Culiacán a inicios de octubre del 2022. En ese momento un joven cantante poco conocido se presentó en esa ciudad en un evento conmemorando la fundación de la entidad, y detrás de él, mientras cantaba, se mostraba una imagen gigantesca de Joaquín Guzmán. Peso Pluma ni siquiera habría sido anunciado en la publicidad del evento. No estaría programado sino que había entrado de relevo cuando otro cantante canceló.
La nota salió en muchos diarios del país e incluso en algunos medios europeos. Eso fue a inicios de octubre. Unos pocos duetos después, Peso Pluma se volvió muy popular primero en México y Estados Unidos, y luego a nivel mundial. Para finales de abril fue el invitado musical del Tonight Show de Jimmy Fallon tras haber colocado una canción en el primer lugar internacional de la lista Billboard global. En mayo tuvo durante algunas semanas al menos siete temas dentro de las treinta canciones más escuchadas a nivel global. Los temas iban en dueto con diversos artistas y todos estaban englobados dentro de la etiqueta de corridos tumbados. Lo interesante es que varios de estos temas, incluyendo el que llegó a primer lugar, Ella baila sola, no es en sentido estricto un corrido sino una canción, una canción de amor, una canción de ligue.
Los corridos tumbados van dejando de ser canciones narrativas, es decir, van dejando de ser corridos para ser canciones líricas o simplemente canciones. En base a este cambio y a una instrumentación y tonadas muy bien ejecutadas es que tenemos el fenómeno musical mundial que es el corrido hoy en día. La gran ironía es que para que el corrido mexicano triunfe a nivel global parece que tiene que “descorridoizarse”, hacerse menos corridos, menos historia y más música, más tonada, más instrumentación. Los números que estamos viendo hoy en día demuestran que muchas personas que no hablan ni entienden español están descargando estas canciones, estos corridos tumbados.
Por otra parte, los corridos “verdaderos”, o lo que asociamos con esta idea, van a seguir produciéndose. Van a seguir siendo populares, pero considero que no van a poder competir en números con los corridos tumbados o, de nuevo, con lo que asociamos con esa etiqueta.
Va a ser un proceso similar al del reguetón de principios del milenio; al reguetón duro, que fue muy popular en Puerto Rico, pero que no llegó a los números ni a la proyección de un Bad Bunny. Un concepto lo dice todo, se comercializó. Cuando un género se comercializa, se diluye. Lo mismo está pasando con el corrido.
Para usar una analogía, al corrido le está pasando lo que al tequila: el tequila fue siempre muy popular en México, ahora es muy popular en todo el mundo, pero para lograr esto hubo que quitarle los rasposo.