Cris Winters: "La soledad es el lujo que tenemos los que nos sabemos amados"

ENTREVISTA

La escritora presenta a MILENIO su libro 'Elementos impares', para el que hurgó en los (des)amores de su pasado y en la tabla periódica.

La escritora presenta el libro 'Elementos impares' | Foto: Jesús Cornejo
Ciudad de México /

Entendiendo la escritura como un proceso cinestésico, que "me da placer en muchas formas", Cris Winters hurgó en los (des)amores de su pasado y en la tabla periódica para dar vida al libro Elementos impares (2024).

"Es una novela de entrada a la madurez", explica la escritora a MILENIO, donde resignifica cada elemento: el sodio "se transforma en una metáfora de las lágrimas", el neón es el ego; el francio es una persona; el azufre es una onomatopeya; y el titanio, el dolor. Ella se ve como el yodo, "porque me encanta una reacción química que provoca, se llama lluvia de oro, me parece hermosa".

Elementos impares, dividido en capítulos prescindibles, sugeridos y los de la tabla periódica, implicó un ejercicio de memoria para su autora, que acentúa: "A pesar de que el personaje se llama igual que yo y tiene una biografía similar a la mía, tiene mucho de ficción".

Del génesis de la obra, recuerda que hace años, ya con la idea de escribirla, "se me atravesó el fin de una relación amorosa, de esas que te hacen replantearte la vida, y necesitaba esa catarsis". 

Comenzó a plasmar sus emociones en hojas y, ya con un primer esbozo, viajó a Francia, específicamente a una residencia para artistas del CAMAC Art Centre.

"Ahí escribí un capítulo que terminó siendo titanio, que es como un rezo al dolor. Luego, recordé que en prepa me hicieron aprender la tabla periódica y tras un asalto la empecé a utilizar como mantra".

Investigando sobre ese 'alfabeto de la química', descubrió que su creador, el científico ruso Dmitri Mendeléyev, lo publicó en 1869. Y dicho año le recordó al departamento 69, lugar donde pasaba tiempo con ese (des)amor que la llevó a escribir el libro; donde conoció lo que es "la esterilidad de deseo".  

"Me empecé a sentir guiada".
Portada del libro 'Elementos impares' | Especial

En su comienzo, Elementos impares sitúa al lector en Siberia, pero vertiginosamente se traslada al Jardín Pushkin, en la colonia Roma, "y empieza a hablar de todos estos personajes", y de un abanico de sensaciones que van del gozo, el morbo y la vergüenza, a la ferocidad, el anhelo y el celo.

"Ahora que ya trascendí las cosas que aparecen en el libro y soy una mujer en otro momento de vida, me generó pudor; después de dejarlo reposar un año, ya editado, leerlo me generó pudor y sentí entre ternura y compasión, pero también admiración porque ya no sé si me atrevería a escribir algo tan íntimo. Me siento vulnerable", reconoce la autora de 36 años.

Al ahondar en el esfuerzo detrás del libro, Cris dice que se identifica con el poema God's list of liquids, de la canadiense Anne Carson, porque "pienso que la tinta fueron justamente muchos fluidos: mucho sudor, mucha saliva, mucho semen".

Para la autora, es intrascendente señalar qué es real y qué es ficción dentro de su narración, aunque destaca que algo verídico fue "el episodio del aborto, porque soy una creyente que abortar es un derecho humano y las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos"..

Cautiva del ecosistema literario desde la primaria, gracias a una maestra "que siempre nos llevaba cuentacuentos, nos introdujo a las letras de Francisco Hinojosa", revela que, al ver el libro publicado - de manera independiente - tuvo "ese momento cinematográfico de llorar".

"Por fin este universo cobra vida y deja de ser ese ejercicio esquizofrénico de tú hablando con voces imaginarias; ya es un universo real que puedes compartir con la gente", reflexiona Cris, quien ve a la escritura como "una forma de estar en contacto con quien soy, de ordenar el mundo y un superpoder que te permite crear cosas y personajes. ¡Escribir es casi un vicio!".

— Partiendo de lo que narras en el libro, surge la duda: ¿Qué es el amor? ¿Dónde lo encuentras?

"Estamos rodeados de amor en muchas formas y a veces no nos damos cuenta porque estamos cazando el amor de pareja, que es algo muy bonito, que incluso por más que la ciencia lo explique, tiene un factor místico, que no sabemos expresar. Cuando hay un amor lleno de libertad y plenitud, es una de las cosas más deliciosas que puedes vivir en esta vida. Es aceptar y ver al otro". 

— ¿Y con la soledad cómo te llevas?

"Me encantan los momentos de soledad, voy a comer sola, al cine sola, a museos sola. Soy una persona que goza estar consigo misma, pero creo que la soledad es el lujo que tenemos los que nos sabemos amados". 

Elementos impares acaba de salir, pero la lectora de Alejandra Pizarnik y Amélie Nothomb ya piensa en "explorar el terror y tengo una historia de un bucle en el tiempo. E inspirada en Trainspotting y lo que ha hecho Richard Linklater, en 15 o 20 años podría hacer un Elementos pares, saber qué pasó con estos personajes".

El libro de Cris Winters, que contó con la colaboración de los diseñadores Iván Krassoievitch para la portada y Alexis Yasky para los interiores, está disponible en su sitio web, Cris-winters.comy en librerías independientes de la Ciudad de México como U-Tópicas (Felipe Carrillo Puerto 60, Villa Coyoacán), Glaciar (Alfonso Herrera 35, colonia San Rafael) y Exit (Río Pánuco 215, colonia Cuauhtémoc).

hc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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