Cuando lo que ves no existe: Vasarely, el padre del op-art

El Museo Thyssen de Madrid recupera en una exposición a este artista húngaro, considerado el padre del op-art, el arte de las paradojas ópticas.

El efecto óptico lleva a un engaño visual
Madrid /

El Museo Thyssende Madrid inaugura este 7 de junio una gran exposición dedicada a Víctor Vasarely, considerado el padre del op-art (optic-art), como se conoce al movimiento en el cual las piezas de arte engañan a la vista y provocan ilusiones ópticas o paradojas visuales.

En los años sesenta y setenta las reproducciones de las serigrafías del op-art estaban en todas partes: camisetas, ropa, vajillas, tapices, carteles, portadas de discos, revistas, anuncios publicitarios, espectaculares callejeros, murales urbanos y hasta en la música.


Una compleja combinación del cubo y la esfera que remite al movimiento en dos direcciones de la luz (Especial)

Vásárhelyi Győző (Hungría, 1908-Francia, 1997) conocido como Victor Vasarely, fue un artista al que se ha considerado a menudo como el padre del op-art. Estudió medicina en Hungría, pero dejó la carrera y se interesó por el arte abstracto y la escuela de Muheely (Bauhaus), fundada en Budapest. Le atrajeron Mondrian y Malévich y se interesó por la astronomía.

Se trasladó a París al principio de los años treinta y allí trabajó como grafista. En esta ciudad desarrolló su primer trabajo mayor, Zebra, que se considera hoy en día la primera obra del op-art. Vasarely desarrolló un modelo propio de arte abstracto geométrico, con efectos ópticos de movimiento, formas, perspectivas e imágenes inestables. Utilizó diversos materiales pero usando un número mínimo de formas y de colores. Tenía consideración por la pintura mesurada, reposada, racional y serena.


         'Zebra', una de las obras fundadoras del op-art (Especial)

El nacimiento del op-art

Victor Vasarely. El nacimiento del Op Art, es el título de la exposición sobre este artista comisariada por Márton Oroszs y organizada con fondos del Museo Vasarely de Budapest, del Museo Víctor Vasarely de Pécs (Hungría), de la Fundación Vasarely de Aix-en-Provence (Francia) y otros préstamos de coleccionistas privados.

“Vasarely fue al op art, lo que Andy Warhol al pop. El mérito de Vasarely fue que convirtió el goce de la creación en interacción con el espectador. Dio un impulso fundamental para llevar el arte a las masas mediante la explotación de sus imágenes en todos los medios posibles”, explicó Solana.

Y es que Víctor Vasarely buscaba que el espectador se tuviera que mover o desplazar para captar el efecto óptico deseado y que fuera él o ella el auténtico creador de la obra de arte.


                             La paradoja visual del volumen (Especial)

“Yo que tengo memoria pera ello —continuó— recuerdo cómo en los años sesenta y setenta las reproducciones baratas de su obras estaban en todos lados, en la consulta del médico, en las minifaldas y camisetas.... Siguiendo la utopía soviética o la menos radical de la Bauhaus, quiso disminuir la distancia entre el arte y la vida”.

La muestra recoge la evolución del artista con formación científica —adoraba la física y la astronomía, tenía estudios sobre la psicología de la Gestalt— que consiguió la fama a partir de la muestra que hizo en 1965 en el MoMA de Nueva York.

Vasarely, que prefería llamar arte cinético al estilo que había inventado, creó un algoritmo que pensaba que podría ser de utilidad para crear su obra; “obras que hoy podría haber sido creadas por computadora, por lo que se convierte en tema de actualidad”, según el comisario de la muestra.

“Ayudó a industrializar el arte con el concepto de multiplicidad. Quería hacer obras que mejoraran la sociedad, que la clase media pudiera comprarlas, que no estuvieren en subasta o galerías. Quería acabar con el concepto de arte que se tenía en los sesenta”, precisa Solana

La muestra de este creador de engaños visuales o paradojas ópticas permanecerá en el museo del 7 de junio al 9 de septiembre, y forma parte de las otras dos grandes exposiciones que continuarán el próximo año sobre este “artista radical”. Una en Fráncfort (Alemania), y la otra en París, en el Centro Pompidou, cuya creación está ligada a Vasarely, como señaló Guillermo Solana.

En la exposición estarán representadas las principales fases creativas de su carrera para mostrar un recorrido cronológico de su evolución artística a través de ocho secciones: “Estructuras Vega” es la serie más simbólica realizada por el artista en la cumbre de su carrera. Su nombre deriva de la estrella que más brilla en las noches de verano del hemisferio norte.


"Estructuras Vega” es la serie realizada por el artista en la cumbre de su carrera (Especial)

Aquí se ven los cuadros que se basan en distorsiones, cóncavo y convexas, de una retícula, una compleja combinación del cubo y la esfera que remite simbólicamente al movimiento en dos direcciones de la luz que emana de las estrellas.

Le siguen “Periodo gráfico”, donde se ve la pericia del artista para el dibujo. “Estudios precinéticos”, “Belle-Isle/Cristal/Denfert”, con sus trabajos de geometría con la naturaleza y “Periodo Blanco y Negro (Arte cinético) inspirado en el suprematismo de Malevich.

Completan las secciones “Sistemas universales a partir de un alfabeto plástico”, “Algoritmos y permutaciones”, “Folclore planetario” y “Múltiples”.

AG



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