El 25 de diciembre es universalmente reconocido como el día del nacimiento de Jesucristo, marcando la festividad más grande del cristianismo.
No obstante, la evidencia histórica y las propias pistas climáticas proporcionadas en la Biblia han llevado a un consenso entre académicos: Jesús no nació en diciembre.
La adopción de esta fecha está ligada a complejas estrategias de conversión del Imperio Romano. Profundicemos en por qué la Navidad se celebra en invierno y dónde sitúan los expertos el verdadero cumpleaños del Mesías.
Claves bíblicas que descartan diciembre: pastores y censo
Los Evangelios canónicos (Mateo y Lucas) son la única fuente primaria sobre el nacimiento de Jesús, pero son notablemente silenciosos respecto al día y mes.
Sin embargo, contienen dos detalles clave que contradicen la idea de un nacimiento invernal:
- Los Pastores a la Intemperie (Lucas 2:8): El texto menciona que los pastores estaban "en el campo, velando y guardando las vigilias de su rebaño" cerca de Belén. En la región montañosa de Judea, los inviernos son fríos y húmedos, con temperaturas que caen bajo cero y frecuentes lluvias.
- Implicación climática: Los pastores judíos trasladaban a sus rebaños a refugios cerrados entre octubre y noviembre para protegerlos de las inclemencias del tiempo. El hecho de que estuvieran afuera en la noche sugiere que el evento ocurrió antes de la estación invernal.
- El censo de quirino (Lucas 2:1): El relato bíblico sitúa el nacimiento durante un censo ordenado por el emperador Augusto.
Los historiadores romanos han documentado que los censos que requerían un desplazamiento masivo de la población (como el de José y María) se evitaban sistemáticamente durante el invierno para no exponer a la gente a caminos intransitables por el mal clima.
Esto refuerza la idea de un clima templado o seco, ideal para viajes y actividades administrativas, descartando nuevamente el mes de diciembre.
¿Cuándo nació realmente Jesús? Tres fechas posibles
Aunque el 25 de diciembre es la fecha tradicional, los estudios históricos y bíblicos sugieren otras posibilidades:
- Primavera (marzo/abril): Coincide con la festividad judía de la Pascua (Pésaj). Algunos teólogos ven un simbolismo especial: la vida de Jesús comienza en una Pascua (nacimiento) y culmina en otra (crucifixión).
Además, el clima templado de la primavera en Judea habría permitido que los pastores cuidaran sus rebaños al aire libre.
- Otoño (septiembre/octubre): Relacionada con la Fiesta de los Tabernáculos (Sucot), que conmemora la vida errante de los israelitas. La tradición sugiere que esta estación encaja con el contexto agrícola y religioso, haciendo plausible situar el nacimiento de Jesús durante esta época del año.
- Verano (junio): Una teoría menos popular, basada en el anuncio del ángel a Zacarías, padre de Juan el Bautista, y el calendario sacerdotal del servicio de Abías. Según este cálculo, Jesús podría haber nacido en verano, cuando las condiciones climáticas y los ciclos religiosos eran propicias para los acontecimientos narrados en los Evangelios.
Por qué se celebra el 25 de diciembre: el rol del Sol Invictus
La respuesta a por qué el mundo celebra en diciembre es una mezcla de simbolismo y política religiosa del Imperio Romano.
La fecha del 25 de diciembre no fue oficializada por la Iglesia hasta el siglo IV d.C. bajo el emperador Constantino, el primero en legalizar el cristianismo.
El 25 de diciembre marcaba el final del solsticio de invierno en el calendario romano, el día en que la luz solar comenzaba a ganar terreno a la oscuridad.
Este día era una fiesta clave dedicada a Sol Invictus (el Sol Invencible) y la Saturnalia (fiesta dedicada al dios Saturno), celebraciones muy populares en el Imperio.
Para facilitar la conversión de las poblaciones paganas y eliminar la popularidad de sus fiestas, la Iglesia optó por superponer el nacimiento de Jesús—quien es llamado el "Sol de Justicia" y la "Luz del Mundo"—sobre la fiesta del Sol Invencible.
De este modo, el 25 de diciembre se convirtió en un símbolo teológico del triunfo de la Luz sobre la Oscuridad, más que en un recuerdo de la fecha histórica del nacimiento, asegurando que la Navidad se celebrara en la fecha más significativa para la cultura romana de la época.