Por espacio de casi tres meses, los aspirantes a ocupar un puesto público en las elecciones hablaron de casi todos los temas, sin embargo, la cultura no figuró en sus prioridades electorales.
Eduardo Cruz Vázquez, coordinador Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (GRECU), señaló que tras el periodo de campañas se concluye que el tema cultural es de “franca incomprensión” para los candidatos a la Presidencia de la República.
Mediante el GRECU se organizó un encuentro con los representantes en temas culturales de cuatro de los aspirantes a la presidencia, el cual se realizó el pasado 14 de mayo en el Centro Cultural Roberto Cantoral, de la Ciudad de México.
Con el libro ¡Es la reforma cultural, Presidente! Propuestas para el sexenio 2018-2024 (Ed. Editarte) , en donde se integran la reflexión de 39 especialistas en el tema, se intentó generar un diálogo abierto aunque fue difícil hacerlo llegar a los candidatos, acusa.
“Las campañas nos dejan como conclusión que no se ve a la cultura como un recurso estratégico, como parte central de un discurso político y de solución a los grandes desafíos de la nación”, apunta Eduardo Cruz Vázquez.
“Fuego amigo”
Datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que el sector cultural representó el 3.3 por ciento del Producto Interno Bruto del país, un aproximado de 617 millones de pesos durante 2016.
No obstante, referirse a la cultura y la ciencia por parte de los aspirantes a un cargo popular en México todavía parece ser tabú, donde las prioridades en sus discursos son la seguridad y la economía.
“Se tiene la idea que como la cultura está en paz, pues ‘déjala en paz’ y mejor se ponen a hablar de seguridad o temas económicos”, opinó Cruz Vázquez, coordinador del libro ¡Es la reforma cultural, Presidente!.
Mientras que en la Ciudad de México se vivió un panorama distinto, donde artistas y colectivos existió una movilización por hacer de la cultura un tema central, la situación fue muy distinta en el resto del país, añade el periodista y gestor cultural.
A nivel federal se vivió una “enorme cautela”, con ausencia de desplegados donde se hiciera alusión a un candidato en específico por agrupaciones culturales, aunque sí existieron algunas posturas públicas de intelectuales hacia políticos en particular.
“Esta campaña adoleció de desplegados que en otros procesos se daban, ya fuera de adhesión o asumir posturas. Entonces creo que si vivimos un proceso donde el sector cultural estuvo bajo ‘fuego amigo’”, comenta.
Tras poco más de 90 días de ser invadidos por spots relacionados a los comicios de mañana, quedó en evidencia que la ciencia y la cultura no figuran entre los temas relevantes para la mayoría de los aspirantes a un puesto de elección popular.
“¿Qué concluimos de todo esto? que evidentemente la mirada, el análisis y la perspectiva que los candidatos tienen sobre el tema del sector cultural es de franca incomprensión y falta de interés”, opina Eduardo Cruz Vázquez.