Cultura indígena, orgullo a preservar para evitar la pobreza

HISTORIA

Este domingo concluyeron las actividades del Día Internacional de los Pueblos Indígenas en Pachuca

Tula Agustín Ángeles, artesana de la comunidad Chililico. (Elizabeth Hernández)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Los pueblos indígenas representan una gran diversidad en el mundo: más de 5 mil grupos distintos que se distribuyen en 90 países y hablan  las aproximadas 7 mil lenguas del mundo; son comunidades constituidas por 370 millones de personas aproximadamente, es decir, más del 5 por ciento de la población mundial, según datos de las Naciones Unidas.

En ese 5 por ciento de la población, se encuentra Tula Agustín Ángeles, una mujer indígena náhuatl, quien con su trabajo artesanal le dio estudios básicos a sus tres hijos y mantiene su hogar a pesar de las adversidades que padece tanto ella como las comunidades indígenas que representan el 15 por ciento de los más pobres en el país.


"Mi mamá siempre cargaba un jarrón grande en la cabeza, otros dos abajo de los brazos, y en las manos cargaba bolsas llenas de artesanías, de las que hacemos en Chililico".

"Yo veía cómo hacía cada una de estas piezas y así aprendí, y ahora no paro; me levanto a las siete de la mañana y me duermo hasta las siete de la noche, es mi vida y mi orgullo cuando veo las 50 piezas que hago al día", expresa con una sonrisa Tula, quien a sus 59 años de edad no le da miedo nada, solamente dejar su comunidad.

En la comunidad de Chilico, perteneciente al municipio de Huejutla de Reyes, 99.24 por ciento de la población es indígena y 78.76 por ciento de los habitantes habla una lengua indígena, y en el caso de Tula, habla náhuatl y español.

"Yo no estudié, tampoco se leer ni escribir, pero eso sí, nada me detiene porque hago cuentas y mis artesanías se me venden mucho, aunque ahora con los revendedores que se ponen en las carreteras, pues ya no tanto".

"Cuando tenía 14 años iba con mi jarrón grande en la cabeza y como pude cargué más artesanías hasta llevarlas a las afueras de un hotel donde había como 20 extranjeros y que me las compran todas, hasta regresé a mi casa por más, y ese día tuvimos para comer por una semana y estábamos bien contentas. Nos hicimos amigos de esas personas y nos compraban mucho cada año, hasta que envejeció el señor y ya no vino más, pero él me quiso llevar allá, a Estados Unidos, pero yo tenía ya a mis hijos y cómo los iba a dejar, eso sí me dio miedo y me quedé en mi comunidad", platica sonriente Tula.

Este domingo concluyó la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se realiza el 9 de agosto de cada año, y Tula fue una de las expositoras de artesanía que se colocaron en Plaza Independencia.

"Yo tengo mi video en Internet, me siento famosa (risas), y mi hija es la que me ayuda, porque ya sabe hacer los platitos, los jarrones, los caballitos, todo, y me da gusto porque le digo que debemos sentirnos orgullosas de ser mujeres indígenas trabajadoras, porque a nosotros nadie nos apoya, así es que hay que trabajar mucho".

"Mi esposo no me ayuda, porque se la pasa bebiendo y dormido, no lo dejo porque es el papá de mis hijos, pero no necesito de él, es más, prefiero que no me acompañe a las ventas sino se me desaparece y compra cerveza", dice sonriente, mientras ofrece sus artesanías con costos entre 20 y 70 pesos.

Tula se presenta en los eventos de venta artesanal de Pachuca, así como de Querétaro y estado de México; asegura que gracias al trabajo y esfuerzo toda la semana ha logrado que su choza se convierta en una casa con paredes de ladrillo y baños, "y ya teniendo mi casita así, para comer y seguir comprando material para hacer mis artesanías me doy por bien servida".

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