Revela Templo de Dolores "novedosa" construcción

La bóveda del coro cuenta con vasijas de barro de pequeño tamaño, las cuales fueron utilizadas para la construcción del templo en 1909.

La empresa Restáurika indica que serían más de dos mil vasijas las que se ubicarían en la bóveda del coro. Foto: Especial
Gustavo Mendoza Lemus
Monterrey /

El retirar resanes de cemento en el Templo de Nuestra Señora de los Dolores reveló todo un proceso constructivo inusual para Monterrey.

La bóveda del coro cuenta con poco más de 50 vasijas de barro de pequeño tamaño, las cuales se utilizaron en la construcción del templo (1909) como una técnica para aligerar su peso, un método constructivo común en el centro y sur de México.

Sin embargo, esta sería la primera ocasión en que se documenta el uso de ollas de barro para una construcción de este tipo en Monterrey.

Una estimación hecha por la empresa Restáurika, quien lleva la restauración de la pintura mural, indica que serían más de dos mil vasijas las que se ubicarían en la bóveda del coro.

"Es un sistema para aligerar las bóvedas. Es muy común su uso en bóvedas del centro y sur del país, por eso su hallazgo es relevante, porque vemos su uso en una construcción del noreste a inicios del siglo XX", explicó Selene Velázquez, directora de Restáurika.

La restauración de la pintura mural en las áreas de coro y sotocoro recibió recursos por parte del Fideicomiso de Patrimonio Cultural (Fidecultural), a través de Conarte, apoyos municipales y de la Iniciativa Privada (IP).

El uso de las vasijas de barro revela lo masificado del oficio de alfarero en la ciudad, todavía a comienzos del 1900. Aunado a ello, la zona del coro está sostenida por vigas de acero de las cuales aún no se ha identificado si pertenecen a la Fundidora de Fierro y Acero Monterrey.

Se estima que utilizar vasijas de barro en la bóveda del coro podría mejorar la acústica. En la anterior restauración se habían detectado el uso de ollas, aunque de mayor tamaño.

Gracias a su amplia puntura mural al interior del templo, a lo que se suma el método constructivo revelado, el Templo de Dolores se sitúa como una joya para Nuevo León en su tipo.

"Siempre hemos tenido migración en Monterrey, y los sistemas constructivos migran con las personas. Creo que teníamos muchos edificios como Dolores en la ciudad, que se han perdido", agregó Velázquez.

El trabajo de restauración de murales continúa, gracias a labores de 9 personas de Restáurika. En dicho proceso se dejará una ventana arqueológica, para que en posteriores intervenciones se aprecien las ollas o vasijas de barro.

Apoyo de Fidecultural

En mayo, el fideicomiso Fidecultural anunció apoyos por 40 millones de pesos a 19 proyectos en su segunda edición.

Para Alejandro Rodríguez, director de Desarrollo y Patrimonio Cultural en Conarte, el fideicomiso ha abierto una ventana para generar una cultura de la conservación en Nuevo León, en la cual intervienen las administraciones municipales y la IP.

"Hallazgos como este nos dan certeza, no es sólo que estemos embelleciendo o decorando los inmuebles, si no estás estudiando y encontrando narrativas nuevas para Nuevo León", opinó Rodríguez.

Ana Cristina Mancillas, coordinadora de Patrimonio Cultural en Conarte, destacó el trabajo que se está haciendo en Fidecultural, con proyectos en diversos municipios.

"Creo que se va posicionando al fideicomiso, que hay un apoyo fuerte del gobierno y que un proyecto así se puede posicionar, incluso, a nivel nacional", agregó.

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