Recientemente, el Museo Soumaya anunció la llegada de dos nuevas piezas a su colección, se trata de réplicas de El David y La Piedad, obras de Miguel Ángel, escultor italiano.
Las obras pueden ser visitadas en el lobby del museo y la entrada no tiene ningún costo; sin embargo, antes de ir a visitarla es conveniente que sepas algunos datos acerca de su autor y las obras mismas, para que puedas disfrutar mucho más tu visita.
La Piedad
Considerada la primera gran obra de Miguel ángel, La Piedad es una escultura que representa a María sosteniendo el cuerpo sin vida de Jesús. Una de las características más importantes de esta pieza es que no sólo fue la primera gran obra del artista, sino la única que el artista decidió firmar; es en la bandolera que lleva puesta la virgen que se puede leer la leyenda "MICHAEL.A[N]GELVS BONAROTVS FLORENT[INVS] FACIEBAT", que traducido sería “Lo hizo el florentino Michelangelo Buonarroti”.
La decisión de firmar el trabajo realizado, según lo cuentan registros históricos, nació a partir de la duda de muchos de que fuera el joven de tan sólo 24 años quien haya creado tal obra.
La Piedad es una obra que fue creada entre los años 1497 y 1499, es decir que forma parte del periodo conocido como el Quatrocento Italiano y forma parte del primer renacimiento o bajo renacimiento.
Miguel Ángel hizo más de una Piedad, sin embargo, fue la primera de ellas la que lo catapultó a la fama y la que es considerada la más hermosa de las tres piezas creadas por el artista.
La Piedad tiene una composición piramidal, es decir su base es la parte más ancha de ella, siendo la cabeza de la virgen, la parte más angosta y cúspide de ella.
Uno de los detalles que son poco conocidos de esta obra que sólo un pie de Jesús toca el suelo, lo cual representa su muerte y hace alusión a que en ese momento él ya no pertenece al mundo terrenal sino al celestial.
La virgen que podemos ver en esta obra es muy joven, a pesar de que cronológicamente debería ser ya una mujer madura, esto es porque Miguel Ángel se basaba en los cánones del neoplatonismo que establecían que la belleza interior debía ser representada con belleza exterior.
El David
A La Piedad le siguió cronológicamente la creación de El David, obra que representa al joven que derrotó al gigante Goliat, para su elaboración el escultor florentino utilizó únicamente un bloque de mármol; sin embargo, el bloque utilizado había pasado ya por las manos de varios escultores previamente, por lo que, al comienzo de los trabajos de Miguel Ángel, el material ya tenía varias grietas y algunos otros desperfectos que complicaron su uso.
Miguel Ángel fue contemplado para realizar esta obra pues ya había ganado cierto prestigio con la creación de La Piedad y al comenzar la elaboración de El David solicitó hacerlo él solo entre cuatro paredes, pues no le gustaba que lo vieran trabajar.
Igual que su predecesora, El David, está hecho sobre una única pieza de mármol de Carraca, contando con una altura de 5. 17 metros y actualmente la pieza original se encuentra expuesta en la galería académica de Florencia en Italia.
El arte creado por el escultor florentino está considerado como el ejemplo perfecto del contrapeso, pues la posición que tiene es muy natural, estando todo su peso sobre la pierna izquierda y por ello tensionando los músculos de esta y en contra la pierna derecha se nos muestra relajada. De igual forma como equilibrio nos presenta tensión en el brazo derecho equilibrando la ligereza del brazo izquierdo.
Mucho se ha hablado acerca de que las proporciones de esta escultura no son humanas, ya que la cabeza y las manos de El David son más grandes de lo que deberían, y existen dos teorías alrededor de este hecho. La más popular es que estos elementos son más grandes para favorecer la perspectiva del espectador al ser visto desde abajo.
La segunda teoría es que estas partes tienen un incremento en su tamaño pues representan las dos cualidades más importantes en una guerra, simbolizando a la fuerza tendríamos las manos y la cabeza haría alusión a la inteligencia requerida para ganar.
Para la colocación de la escultura se formó un comité que se encargaría de las labores, del cual personajes como Botticelli y Da Vinci formaron parte.
Como último dato, existe un libro llamado “Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos”, escrito por Giorgio Vasari, que recopila la vida de personajes desde el siglo XII al XVI, texto en el que se dedica un capítulo completo a Miguel Ángel y este fue escrito cuando el escultor aún se encontraba con vida.
VRM