La estética gomezpalatina cambió radicalmente cuando el paso a desnivel que se ubica en el bulevar Miguel Alemán mostró a los héroes que le dieron independencia a la nación, revistiendo así la obra vial con una nueva fisonomía.
Pero, a pesar del impacto visual, muy pocos repararon en sus creadores. Uno de ellos, comenzó desde pequeño a modelar sus ideas en papeles, arcillas, resinas, pasta automotriz y finalmente en acero.
Se trata del artista David Roals, quien estudió arquitectura en la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) y comenzó a hacer un trabajo escultórico que ha tomado dimensiones monumentales.
Al llamar poderosamente la atención, hoy su trabajo es solicitado desde los estados de Monterrey, Guadalajara y otras entidades del país, pero además en el extrajero, por lo cual algunas piezas se mantienen en colecciones privadas hasta en los Estados Unidos.
Es así que explica que una de sus obras haya sido enviada en avión por veinte horas hasta llegar a su destino final. Fue en septiembre de 2022 cuando una de ellas fue exhibida en el Museo de Bahréin, cercano a Qatar, lo que representó una gran felicidad para este joven artista, quien pudo mostrar su obra en un país asiático después de un gran esfuerzo.
En su momento apuntó que esto sucedió después de un año y medio en que abandonó su empleo en una oficina para concentrarse en su escultura.
Y le agradeció todo el apoyo a su amigo Rafael Torres por su incondicionalidad y por propiciar que se exhibiera su trabajo. En entrevista para MILENIO, este joven artista habló de su imaginario, donde los caballos, aves, toros y venados, pero también catrinas y figuras humanas, se vuelven prismáticas a fuerza de modelar el acero y unir las piezas con soldaduras estratégicas y finas para confeccionar la obra.
David Roals nos recibió en una bodega industrial donde las piezas exhibidas dejan ver la minuciosidad del trabajo. Se trata de esculturas que se valen del diseño tridimensional, que elabora en computadora.
Destacan tres obras figurativas, una de ellas monumental. Es un caballo de cuerpo completo que, no obstante de ser hueca, pesará más de cien kilogramos en tanto que el acabado lo decidió el cliente que radica en Torreón.
Nació en Gómez Palacio y en su rúbrica de creador decidió fusionar los apellidos de su padre y su madre. Ahora explora el arte prismático que empieza con un diseño que sale originalmente de sus manos.
“Ya llevo como dos años haciendo esto desde que salí de mi trabajo. Trabajé en una empresa donde se moldeaba el metal e iba creciendo, y yo estaba estudiando arquitectura en ese momento empezamos a crecer, desarrollamos este tipo de trabajos y nos fue muy bien. Tiempo después empecé yo solo”.
Honesto, David Roals dijo que la obra escultórica que se ubica en los espacios públicos de Gómez Palacio no es una obra individual, se trata de un trabajo colaborativo con Gerardo Mauricio. Luego el artista se abocó al diseño de muebles, encontrando su pasión en la escultura con tintes arquitectónicos.
Su proceso lo llevó a conocer a su similar, el artista Jesús Díaz, con el cual comenzó a trabajar en proyectos donde ambos se apoyaron. Aunque su trabajo escultórico comenzó hace dos años, su obra ya ha sido enviada a Durango capital.
Y su mejor carta de recomendación se encuentra en las redes sociales, pues fue su mejor escaparate, donde comenzó a ser valorada y solicitada por encargo. Fue así como los pedidos comenzaron a llegar.
Por momentos abandona sus redes para aplicarse al trabajo en el taller, en tanto que diseña proyectos para espacios públicos y considera montar su primera exhibición.
El trabajo deberá ser arduo porque la obra que confecciona, encuentra espacio en colecciones privadas casi de inmediato. Al momento mantiene sus bocetos a escala y aunque pareciera que son modelos que cualquiera podría hacer, se vale de un diseño con mucho corte, forma y organicidad y las perspectivas son forzadas, lo que complica el trabajo que al final es difícil obtener.
EGO