De titular del Fonca a subsecretaria

Marina Núñez asume en Desarrollo Cultural; Adriana Konzevik será secretaria en el Fonca.

Desde la subsecretaría de Desarrollo Cultural será responsable de coordinar la realización de circuitos artísticos. (Especial)
Editorial Milenio
Ciudad de México /

La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, anunció la designación de Marina Núñez Bespalova como titular de la subsecretaría de Desarrollo Cultural, cargo ocupado antes por Édgar San Juan Padilla.

La funcionaria reconoció y agradeció el empeño y labor de San Juan Padilla en el cumplimiento de sus funciones, entre las que destacan su trabajo sobre la transformación de Los Pinos en centro cultural abierto a todos los mexicanos, el impulso a nuevos esquemas de apoyo a la cultura como el Profest y su “decidido” apoyo a la industria cinematográfica y las artes.

Núñez Bespalova fungió hasta ayer como encargada de despacho del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), desde donde impulsó mecanismos de inclusión y transparencia en la asignación de beneficios y selección de jurados y tutores, así como un trabajo coordinado con las entidades federativas en la promoción de la cultura.

Desde la subsecretaría de Desarrollo Cultural será responsable de coordinar la realización de circuitos artísticos nacionales e internacionales, impulsar y fortalecerá los estímulos a la creación, así como el apoyo a la gestión de proyectos culturales.

De igual manera, la secretaria de Cultura nombró a la historiadora y editora Adriana Konzevik como secretaria ejecutiva del Fonca, quien a lo largo de cinco lustros ha ocupado diversos puestos en la administración pública, particularmente en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, el Fondo de Cultura Económica y la Secretaría de Relaciones Exteriores. Es autora y coordinadora editorial de múltiples publicaciones, entre la que destaca Alquimia.

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DERRUMBE EN EL MUSEO DE ESTAMPA

El secretario de Cultura de CdMx, Alfonso Suárez del Real, dio a conocer el desplome de un anexo del Museo Nacional de la Estampa, ubicado en el Centro Histórico, que funciona como bodega. “Lo que ocurrió fue derivado de la falta de poder continuar un proyecto que se tenía a causa de los sismos; las maderas de la construcción original resultaron dañadas y por eso sucedió el desplome, sin daño a persona alguna”. El inmueble tiene más de 12 mil obras, entre estampas, ediciones y matrices originales.

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