Ocurrió una conquista, una invasión, la ocupación de un territorio: desapareció un mundo y apareció otro, y así hay que verlo desde el punto de vista histórico, porque a la historia ni la podemos cambiar ni la podemos inventar: fue la que fue, asegura el doctor en Historia de América por la Universidad de Sevilla, Esteban Mira Caballos, a propósito de la aparición del libro Hernán Cortés. Una biografía para el siglo XXI (Crítica, 2021).
“Toda historia es un intento de acercamiento al pasado desde el presente. La historia la reescribimos y me plantee la posibilidad de escribir una biografía para dar respuesta a un lector del siglo XXI, donde se dé respuesta a un lector de nuestro tiempo, alejarme del Cortés negro legendario o del rosa legendario, el genocida por un lado y el elegido por la providencia, para traerlo al terreno de la historia”.
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Para el investigador, una buena parte de la historiografía sobre Hernán Cortés debe ser impugnada, porque se ha escrito desde la ideología y con cierta profusión, por lo cual, quien quiera una historia del genocida o del psicópata, tiene mucha literatura, como también el del que esté interesado en el héroe pacificador, el civilizador, “el elegido por la providencia: el que quiere realmente conocer al Cortés histórico, éste es su libro”.
“Una historia que no es condescendiente ni con unos ni con otros, sólo cuenta la historia. Soy un historiador que ha usado un método histórico y unas fuentes primarias, no tengo ninguna vinculación con partidos políticos, una ideología explícita, ni vinculación con universidades o grupos de investigación: mi único compromiso es con la ciencia histórica y lo que he tratado de hacer con este libro es traer al personaje al terreno de la historia, del que nunca debió haber salido”.
Todo ello lo explica Esteban Mira Caballos ante la polémica que ha generado esa parte de nuestro pasado en las discusiones públicas en nuestro país, incluso, entre cierta parte de la academia: a final de cuenta, Cortés lleva mucho tiempo en el banquillo de los acusados, en un juicio permanente, del que es absuelto o condenado dependiendo de quien lo juzgue, “pero en realidad para eso estamos los historiadores”.
“Cuando me junto con historiadores mexicanos, estadunidenses, franceses, españoles, no tenemos ningún problema para llegar a consensos, somos historiadores y los sabemos: el gran problema, es que los historiadores hemos perdido la calle, hemos perdido la opinión pública, hemos dejado que nuestro trabajo científico no trascienda al gran público y, al final, los que crean opinión son los tertulianos, los políticos, los aficionados y no los científicos, los que llevamos décadas estudiando la Conquista y estudiando a personajes como Cortés”.
Un hombre de su tiempo
Desde la perspectiva del historiador, si queremos llegar a entender a Hernán Cortés sólo lo podremos hacer en su contexto: no justificarlo “la historia ni justifica ni juzga, solamente explica", pero si queremos llegar a comprender por qué actuó como actuó, cómo pensaba, hay que hacerlo siempre en el contexto en el que vivió.
“Hay dos tipos de libros: los de divulgación, para el que te lees cinco libros y luego publicas el tuyo o haces una novela histórica, y está un libro de fondo, como es éste, que no es apto para todos los públicos: es una investigación en la que he estado revisando todas las fuentes primarias y el resultado es esta obra”.
En ese sentido, explica Esteban Mira Caballos, el personaje tiene que volver a su contexto histórico, para lo cual es indispensable trazar puentes y presentar una historia ecuánime de la Conquista, de un pasaje en el que hubo drama y hubo hazaña, donde Hernán Cortés simplemente era un guerrero del siglo XVI, que cometió atrocidades, matanzas como cualquier guerrero de su tiempo.
“¿Más que otros? No, más bien como otros guerreros de su tiempo, como Cuauhtémoc o como Moctezuma, a quienes también debemos entender en el contexto de su tiempo”.
PCL