Karla Mariana Escobar Magallanes es una joven que padece retinosis pigmentaria —lo que da visión baja—, pero eso no detuvo sus sueños, ya que se graduó como licenciada en Desarrollo y Gestión Interculturales en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, carrera que logró concluir gracias su perrita guía llamada Yzma.
“Me diagnosticaron con la enfermedad a los 15 años de edad y en 12 me ha impactado en la visión nocturna y periférica, pero eso no me ha impedido lograr emprender una vida extraordinaria”, manifestó Escobar Magallanes.
Aseguró que “quien padece baja visión por retinosis conserva la visión central en mayor o menor grado, lo que me permite hacer diversas actividades cotidianas, pero limita el desplazamiento”.
Dijo que lo más complicado es no percibir elementos en la periferia —como el tránsito al cruzar las avenidas o evitar chocar con personas cuando van en dirección perpendicular—, además admitió que se vuelve más problemático durante la noche o en lugares con iluminación reducida.
“En estas carencias Yzma, que es una labrador retriever entrenada en San Rafael, California, ha representado mi equilibrio; aunque un perro guía no está entrenado para identificar colores en los semáforos, me indica por dónde es seguro caminar, cruzar calles, encontrar esquinas, banquetas, así como evitar pasar por barreras como coladeras destapadas, agujeros en la calle, puestos ambulantes o autos mal estacionados”, detalló.
Dijo que Yzma llegó en julio de 2016: “Ese año realicé mis prácticas, servicio social y fui asistente de profesor en mi licenciatura”.
La joven advirtió que Yzma tiene horarios, que tiene que respetar para realizar su trabajo: “Desayuna y desahoga sus necesidades a las siete de la mañana, luego partimos a la escuela. Durante las clases hay reglas, entre ellas evitar distractores como son los cariños y cumplidos que le puedan hacer mis compañeros o personas con las que estoy en convivencia”.
Derechos de usuario
Karla Mariana manifestó que también laboró en el Consejo Nacional para el Desarrollo e Inclusión de las Personas con Discapacidad, y que durante esa etapa se percató de la importancia de trasladar y reforzar el tema de los derechos de los usuarios de perros de servicio en diferentes espacios de diálogo público, también involucrar a entidades de gobierno, empresas, organizaciones de la sociedad civil y a personas con discapacidad.
Entrenados para varias situaciones
Existen organizaciones en el mundo que trabajan en el entrenamiento de canes de servicio para apoyar a quienes sufren discapacidad visual, para sordos; otros acompañan a gente con movilidad reducida o condiciones como autismo, diabetes y epilepsia.