“Tenemos que defender la obra original de Roald Dahl”: Diego Moreno

El editor del escritor británico en España dice que la legislación de propiedad intelectual en ese país prohíbe modificar cualquier libro.

El escritor británico Roald Dahl. (Foto: EFE)
Ciudad de México /

Hace unos días, un reportaje de The Daily Telegraph mostró que en Reino Unido se hicieron cambios en los libros infantiles de Roald Dahl en temas de género, raza y violencia.

De inmediato, los editores de Dahl en España lanzaron un comunicado para aclarar que la editorial Santillana mantendrá las versiones originales de títulos como Charlie y la fábrica de chocolate.

“Siempre hemos defendido la literatura infantil y juvenil, y publicado libros, sin atender a ningún tipo de censura, con independencia de las modas y circunstancias del momento. Ya hemos transmitido, por lo tanto, a sus agentes que no vamos a adaptar los libros de Roald Dahl”, señalaron.

Tras la polémica, el sello británico Puffin anunció que lanzará The Roald Dahl Classic Collection con los textos originales, pero mantendrá los títulos con las adaptaciones a su obra.

“Hemos escuchado el debate que ha reafirmado el extraordinario poder de los libros de Dahl y las preguntas muy reales sobre cómo las historias de otra era pueden mantenerse relevantes para cada nueva generación. Al hacer que las versiones de Puffin y Penguin estén disponibles, estamos ofreciendo a los lectores la opción de decidir cómo experimentan las historias mágicas y maravillosas de Roald Dahl”, dijo Francesca Dow, MD de Penguin Random House Children's.

En entrevista telefónica desde España, Diego Moreno, director de la editorial Nórdica Libros, que publica algunas obras de Roald Dahl, habla del caso para MILENIO.

—¿Qué pasa con el tema?

En Nórdica Libros tenemos dos ediciones de cuentos para adultos de Dahl, El librero y La cata, pero queremos publicar más. Lo que pasó es que hay una voluntad en Reino Unido de reescribir o adaptar los textos de Roald Dahl, sobre todo los infantiles, para evitar palabras malsonantes o conceptos que pueden parecer un poco arcaicos y eso genera una polémica muy grande en todo el mundo. Pero en España y en Francia, por lo que he leído, no se van a tocar los textos. De hecho, en España sería complicado porque la legislación de propiedad intelectual prohíbe expresamente eso: no se puede tocar el texto de un escritor o una escritora, de manera que legalmente sería complicado hacerlo.

—Sería un error, ¿no?

Desde el punto de vista editorial es un problema porque nuestro trabajo, y cómo debería ser el de los propietarios, es defender la integridad de la obra de Roald. Al final, lo que todos defendemos es dar a conocer la obra de un escritor o de una escritora tal como lo escribió, como era su voluntad.

—¿Crees necesario hacer cambios?

Si hay algo que pueda sonar mal ahora para eso están los profesores, los padres y las madres para contextualizar las obras. A veces es cierto, que desde una mirada con los años, hay cosas que nos extrañan, que nos chocan, pero para eso está el entender el contexto porque si no, no podríamos leer ningún libro de hace más de 25 años porque el contexto ha cambiado mucho y prácticamente todo sería censurable.

—En el caso de tu editorial no tendrías problemas pues son para adultos.

De momento entiendo solo es para libros infantiles, no sabemos si va a seguir, pero en adultos es mucho más complicado porque prácticamente sería imposible leer cualquier libro sin que alguien te solicitase esta visión casi defensora, de manera que yo creo que nos afectará aunque, si pasara, nos mantendríamos firmes y defenderemos la obra de Roald Dahl por encima de todo.

—Pasó algo similar con los cuentos de los hermanos Grimm.

Sí, fueron censuradas sus obras para que los lectores más jóvenes no se ofendieran. Las obras fueron adaptadas, censuradas y recortadas. Pero nosotros siempre hemos optado por buscar los cuentos originales para defender el espíritu original de la obra, somos firmes defensores del derecho de los autores y las autoras. Apoyamos que los libros no sean censurados, tocados o editados sino que se respete el original tal y como el escritor lo pensó.

—¿Cómo es Roald Dahl para adultos?

Estos dos cuentos tienen un poco el espíritu de toda la obra de Roald, ya sea infantil o para adultos, donde hay una crítica social y mucha ironía en los personajes. La cata, por ejemplo, es la historia de un gastrónomo al que retrata como un tipo gordo, obsceno y un poco depravado que apuesta con el dueño de la casa a su hija. El personaje, si fuera de un cuento para niños, ahora pedirían que se censure porque realmente es muy desagradable. Pasa lo mismo en El librero, que es sobre un estafador y también es muy desagradable. Los dos libros son muy divertidos y tienen esos finales de Roald Dahl que son sorprendentes.

—Los personajes de Roald son muy especiales.

Tanto para adultos como para niños son personajes grotescos, a los que él trata sin piedad y con rasgos que hoy, por ejemplo, hablar de la gordura como defecto pues es ofensivo y mal visto, pero era como el escritor lo trató y cómo se veía esto a lo mejor hace unos años. Creo que hay que contextualizar todas estas cosas. Ahora, no se escriben así los textos pero hay que defender la obra de Roald, que es maravillosa por encima de ese tipo de cuestiones.

—Creo que el escritor trataba a niños y adultos como seres inteligentes.

En efecto, entienden bromas, lenguaje y juega con ellos, eso es lo que no se está respetando. Si quieres censurar eso, estás tratando a los niños como tontos, a los que hay que tutelar y hay que quitar todo lo que suene mal u ofensivo, cuando en la sociedad actual con que agarren la computadora o la tablet van a ver cosas mucho más bestias que lo que puede contar Roald Dahl, pues estamos hablando de literatura.

—Me contabas de Tarzán y las reflexiones dentro de la editorial.

Hace unos meses publicamos Tarzán, un libro de 1912 que tiene muchos mensajes racistas, misóginos, pero claro, no se puede censurar eso, lo que hay que hacer es ponernos en contexto, entender que así era el mundo hace años, pero que afortunadamente está cambiando y que esos mensajes no se utilizan tanto ahora, pero así eran hace 50 o 100 años. Es un libro maravilloso que ha sido leído por generaciones enteras y tiene un gran valor literario y no se puede censurar porque en su época se viera el papel del hombre de aquella manera, digo, afortunadamente eso está cambiando, pero los textos están ahí, si no, no podríamos leer nada prácticamente.

—Nórdica apuesta por los libros ilustrados.

Nórdica Libros nació en 2006 en España con el proyecto de editar libros de los países nórdicos, pero fueron añadiendo a su catálogo más temas, entre ellos, materiales ilustrados. Esta semana estamos cumpliendo 17 años. Es cierto que la colección de libros ilustrados para adultos es muy destacada, también para un público joven e infantil, con muchos clásicos y con autores contemporáneos que han marcado generaciones de lectores y que tienen una parte de trabajo gráfico ilustrado muy potente.

—¿Cómo han funcionado los libros ilustrados?

En España fuimos los primeros en publicar y desde entonces ha habido un fenómeno absoluto, a nosotros nos fue muy bien, tenemos una colección de 200 títulos, hay libros con hasta 20 ediciones, súper éxitos, nuestros libros son traducciones nuevas y muy bien cuidadas.

—¿Qué ofrece un libro ilustrado al lector?

Te permite tener contacto con un escritor como Franz Kafka o Charles Baudelaire con una edición más cuidada, buena traducción, papel, tipografía y además, con unas ilustraciones espectaculares. Todo hace que el libro sea más atractivo. Son como dos discursos, tienes el texto y luego tienes una visión narrativa en imágenes y a la gente le gustan, sobre todo los jóvenes.

—En México, ¿cómo les va?

Muy bien. Es un mercado muy importante para la editorial, tenemos nuestros productos en varias librerías y gracias a las redes sociales tenemos un diálogo bastante fluido con muchos lectores mexicanos. De hecho, acabamos de publicar a John Reed con México insurgente, sin duda, la mejor crónica de la Revolución mexicana.

En el catalogo de Nórdica Libros tienen nombres como Adonis, el poeta sirio-libanés Franz Kafka, Pessoa, Jack London, Sylvia Plath, Julio Cortázar y Charles Bukowski, entre muchos otros autores.

PCL

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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