Hay un nuevo museo en Nueva York: Gulliver's Gate. Está integrado por réplicas en miniatura de 50 países, ricas en detalles de lugares emblemáticos como la Ciudad Prohibida de Beijing, el Santo Sepulcro de Jerusalén o la bahía de Rio de Janeiro.
Este nuevo mundo de liliputienses, cuya instalación requirió una inversión de cerca de 40 millones de dólares y cuatro años de trabajo, abrirá formalmente el 9 de mayo en la calle 44, cerca de Times Square.
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Cientos de artistas trabajaron meticulosamente en el proyecto Gulliver. En la representación de Manhattan, los visitantes pueden ver a la policía intervenir en un accidente de tráfico, y en la de Londres, elegir si escuchar a The Clash, a Adele o a The Beatles en un concierto al aire libre con pantallas gigantes (en miniatura, claro).
"Esto es apenas el principio", cuenta Michael Langer, uno de los creadores del proyecto. "Nuestros equipos están construyendo nuevas regiones y nuevos países".
La entrada al museo costará 36 dólares. Y por 44 dólares más, los visitantes pueden ser escaneados y que su avatar miniatura en tercera dimensión se agregue a las 100 mil figuras que ya se exhiben.
"Otra cosa más para hacer en Nueva York, me encanta", comentó entusiasmada Meggie Sullivan, un niñera de 28 años que acompañaba a una niña de 8. "Nunca he visto algunos lugares que se muestran aquí, así que ahora me encantaría verlos de cerca".
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