Un investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (Umsnh) creó un cemento emisor de luz con el fin de generar espacios iluminados con energía sustentable y sin costos de mantenimiento.
Según la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), José Carlos Rubio Ávalos dijo que su desarrolló busca contar con nuevas alternativas en la construcción y con bajo impacto ambiental.
A partir de esta innovación, empresas europeas toman la base y referencia científica y tecnológica del cemento desarrollado por el mexicano para nuevos proyectos; además se comenzó a patentar y a comercializar en Europa.
El investigador señaló que el cemento convencional en general pasa desapercibido, aunque forma parte del entorno y es considerado el material más utilizado por el ser humano después del agua.
El cemento desarrollado por Rubio Ávalos llamado Portland se formó por un gel de silicato de calcio hidratado, cristales de cal y agujas de sulfoaluminatos cálcicos dispersas como redes.
Para que éste tuviera luz, el investigador requirió que la iluminación se transmitiera al interior del sólido y llegará a los cristales; la luz producida por ellos es emitida al exterior. Su durabilidad se limita a la exposición o radiación solar y a la composición de las mismas.
Inventar un cemento fosforescente enfrenta el reto de hacer un cambio en su microestructura para que permita el paso de la luz a su interior y luego salga.
Rubio Ávalos comentó que Portland se obtiene por un proceso de policondensación, con materias primas como sílice (arena de río), desechos industriales (acerera, por ejemplo), álcalis (hidróxidos de sodio o potasio) y agua.
"Las aplicaciones son muy amplias; dentro de las que más destacan están el mercado arquitectónico: fachadas, piscinas, baños, estacionamientos, etcétera, en la seguridad vial y señalamientos, en el sector de generación de energía como plataformas petroleras (...) En cualquier lugar que se deseen iluminar espacios que no tengan acceso a instalaciones eléctricas, dado que se recarga solo con la luz. Su durabilidad, se calcula, es mayor a los 100 años y es fácil de reciclar por sus componentes", apuntó.