La tradición del visitar las Siete Iglesias es una oportunidad para conocer algunos de los templos con valor histórico y artísticos, de las cuales existen destacados ejemplos fuera del área metropolitana.
El retablo del Siglo XVIII, revestido con hoja de oro, que resguarda la Parroquia de San José, en Sabinas Hidalgo; o bien los murales en la Iglesia San Juan Bautista, en Cadereyta, junto al Santuario de Nuestra Señora de Agualeguas, considerado Monumento Histórico, son solo algunos ejemplos.
El Padre Raúl Mena Seifert, director del Centro de Investigación Histórica de la Arquidiócesis de Monterrey, destaca la relevancia histórica y artística de los templos en García, Salinas Victoria, Abasolo, Santiago, Hualahuises e Iturbide, los cuales pueden ser visitados en Semana Santa.
"Tenemos alguna docena de templos fuera del área metropolitana que valen la pena por su historia o el patrimonio que tienen, podríamos decir que casi todos los pueblos resguardan sus iglesias antiguas", apuntó el presbítero e investigador.
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Como ejemplos, citó la imagen de la Virgen de Guadalupe, firmada por el artista novohispano Manuel Cabrera, en 1759, y que recientemente fue restaurada.
También se tiene la capilla en la Hacienda Guadalupe, en Los Herreras, que fue "redescubierta" hace unos años y destaca por su antigüedad. O bien en la salida del municipio de Juárez, donde aún se conserva un pequeño templo en la comunidad de San José.
Las celebraciones de Semana Santa también son una oportunidad para apreciar piezas que sólo son utilizadas en estas fechas. Menciona el uso de unas matracas para llamar a los feligreses a misa en Viernes Santo, donde la de Hualahuises tiene su relevancia histórica.
"En estos días Santos se aprovecha para sacar piezas que el resto del año están guardadas, por ejemplo, las urnas utilizadas en Jueves Santo sólo salen en estas fechas. Son días propicios para la devoción pero para estar atentos a las riquezas de los templos", agregó el Padre Raúl Mena Seifert.