Destacan riqueza paleontológica en México; falta más investigación

En el país, de acuerdo con René Hernández Rivera, existen ejemplares de diferentes familias de dinosaurios, además de contar con reptiles marinos, madera fosilizada, polen, insectos, entre otros.

Hace unos meses, el Planetario Alfa exhibió Dinosaurios hechos en México. (Gustavo Mendoza Lemus)
Gustavo Mendoza Lemus
Monterrey /

Acostumbrados a conocer a los dinosaurios gracias a las películas de Hollywood, existen esfuerzos por difundir cuáles fueron los reptiles prehistóricos que habitaron por suelo mexicano.

Con una trayectoria de casi 40 años, el paleontólogo René Hernández Rivera es un convencido que en México hay una riqueza en materia de fósiles que poco a poco se empieza a difundir.

Por su parte, Luis Rey es un ilustrador paleontológico que desde México ha ido cambiando la idea que se tenía de los dinosaurios en los últimos 20 años gracias a su trabajo.

Ambos especialistas colaboraron en la exposición Dinosaurios hechos en México, que presentó el Planetario Alfa y que muestra una pequeña parte de los descubrimientos realizados en territorio nacional.

Riqueza mexicana

A René Hernández Rivera le tocó formar parte de la primera expedición que armó un dinosaurio mexicano, en Parras Coahuila durante 1988.

Desde entonces, el paleontólogo se ha dado a la tarea de difundir no solo a las nueve especies únicas para México y 20 de organismos que se han descubierto en otros puntos del planeta pero que están relacionados a nuestro país.

“A diferencia de otros países, México es muy importante porque aquí tenemos ejemplares de diferentes familias de dinosaurios, además de contar reptiles marinos, madera fosilizada, polen, insectos”, indica Hernández Rivera.

En su trayectoria también se ha dado a la tarea de nombrar zonas, al bautizar a Coahuila como Tierra de dinosaurios, debido a su riqueza paleontológica.

Ejemplos de Hadrosaurios, Tiranosaurios y Anquilosaurios se han encontrado en diversas zonas del país, incluso con semejanzas a especímenes descubiertos en Estados Unidos y Canadá.

Tal es el caso de Nuevo León, región que estuvo sumergida en el mar hace 90 millones de años pero que cuenta con una amplia variedad de fósiles marinos, siendo el más destacado el pliosaurio Monstruo de Aramberri.

Sin embargo, refiere que aún falta mayor investigación para dar a conocer los descubrimientos, además de frenar el problema del saqueo de fósiles en el país.

Hay indicios paleontológicos en la entidad. (Gustavo Mendoza)


Más allá de la imaginación

Hace unos 20 años casi nadie podría imaginarse que los dinosaurios tendrían plumas. El artista e ilustrador mexicano Luis Rey generó una nueva forma de ver los temibles reptiles prehistóricos, al incorporarles colores brillantes y plumas.

“Empezamos a ilustrarlos con plumas, en mi caso y otros especialistas. Gracias a la inferencia científica, nosotros advertíamos que era muy posible que los dinosaurios tuvieran relación con las aves, como hoy se ha aceptado”, comenta el paleo ilustrador.

Hacer arte a través de fósiles, muchas veces incompletos, y con la información de los paleontólogos es una tarea ardua, sobre todo si tienes a una industria del cine que insiste en mostrar a los dinosaurios como monstruos y no como seres vivos, comenta Rey.

“Los dinosaurios no fueron monstruos, fueron seres vivos. Hoy las películas se han aprovechado de los avances científicos para convertirlos ahora en iconos monstruosos que la gente espera, lo cual hay que cambiar”, dijo.

Claves

El pasado

En Nuevo León es difícil encontrar huesos de dinosaurio, principalmente porque por muchos años la zona fue parte del mar.

Es por ello que en zonas como Vallecillo, las canteras han evidenciado las impresiones fósiles de tortugas, peces, lagartos con más de 30 millones de años.

Fósiles marinos

La región estuvo sumergida en el mar hace 90 millones de años, pero cuenta con una amplia variedad de fósiles marinos.

Excavaciones

Hace más de dos años se rescataron varios restos fósiles en la comunidad de San Rafael, que pertenecen a un mamut adulto, que vivió hace 10 millones de años y que en vida pudo pesar entre 3 y 5 toneladas.

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