Cada 17 de marzo la gente de todo el mundo celebra el Día de San Patricio, santo patrono de Irlanda. Comenzó como una celebración religiosa para conmemorar la muerte del santo pero hoy es una fiesta popular donde no falta el color verde en todos los accesorios, alimentos y bebidas. Incluso en algunas ciudades los ríos se pintan de verde para la celebración. Sin embargo, las primeras descripciones de este santo lo muestran vestido de azul. ¿Cómo se llegó a asociar con el verde?
La razón para usar este color es un poco más complicada de lo que parece. Una de las razones por las que se usa el verde en el Día de San Patricio es por el apodo de Irlanda, La Isla Esmeralda. La franja verde de la bandera irlandesa también juega un papel importante en esta costumbre.
Tradicionalmente, el verde representa a los católicos de Irlanda, el naranja a la población protestante y el blanco en el centro simboliza la paz entre las dos religiones.
El simbolismo religioso no se queda ahí. Se cree que San Patricio utilizó los tréboles verdes para enseñar a la gente la Santísima Trinidad (Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo), aunque esto nunca ha sido confirmado por historiadores.
Las primeras representaciones de San Patricio lo muestran vestido de azul, y el color oficial de la Orden de San Patricio, parte de la caballería irlandesa, era un azul celeste conocido como "azul de San Patricio".
El simbolismo del azul se remonta a la mitología irlandesa, ya que el símbolo de su soberanía se representaba con una mujer vestida de azul, pero la primera asociación oficial con este color fue cuando Enrique VIII subió al trono y se autoproclamó rey de Irlanda, convirtiéndola en parte de Inglaterra.
Con el paso del tiempo, el pueblo irlandés no era partidario de este acuerdo y se rebeló utilizando el trébol de San Patricio como símbolo de su identidad, convirtiendo el verde en el símbolo de la cultura irlandesa, hasta nuestros días.
Según la leyenda, San Patricio llevó el cristianismo a Irlanda y la liberó a de las serpientes, aunque esto último sólo es un mito.
evr