Cada año, el 3 de mayo se celebra el Día del Albañil junto con el Día de la Santa de la Cruz, una tradición en la que los trabajadores de la construcción colocan una cruz de madera en lo alto de la edificación. La cruz suele ser adornada con papel de china, flores o listones para ser bendecida, más tarde el patrón o el jefe de la obra ofrece una comida a los albañiles. Sin embargo, este 2020 la celebración se ha visto apaga por la emergencia sanitaria del coronavirus.
Este 3 de mayo, el Día del Albañil y el Día de la Santa Cruz se ha convertido en una fecha triste para miles de trabajadores de la construcción, ya que el coronavirus mató la “ilusión” de festejar este oficio porque muchos albañiles se han quedado sin trabajo y no saben qué sucederá con sus empleos.
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Entre los practicantes de este oficio y fieles de la tradición, se encuentra el señor Vicente Terán, quien está trabajando en su obra y no dejó pasar la oportunidad de colocar su cruz para celebrar este día aún en medio de la pandemia del covid-19.
El Día del Albañil está relacionado a la Santa Cruz con la petición que hacen los trabajadores de la construcción para no sufrir accidentes o caídas en el trabajo. Una tradición que se celebra desde la Conquista.
Por estas fechas, algunos pueblos prehispánicos hacían ceremonias y sacrificios para solicitar buenas cosechas en el año. Y tras la evangelización, esta costumbre agrícola se mezcló con las creencias cristianas y se empezó a rogar a la Santa Cruz por dichos beneficios.
Con el tiempo, muchos de los campesinos dejaron el arado y la hoz, y migraron a las ciudades para trabajar como albañiles. Sin embargo, conservaron ciertas tradiciones: por ejemplo, la de encomendarse a la Santa Cruz, ya no para una buena cosecha, sino para no sufrir accidentes o caídas en el trabajo.
Por esa razón es que en casi todas las construcciones en México siempre hay una cruz de madera, decorada con papeles o listones de colores.
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