La historia del rock en México es muy rica, muy diversa, y se remonta a finales de los 50´s con agrupaciones como Los Camisas Negras, Los Teen Tops o Los locos del ritmo, los cuales adaptaban los éxitos en inglés a versiones en español, aunque hay que recordar que agrupaciones de cabaret, tríos o de folklor como los Trincas o los Xochimilcas, ya presentaban ciertos elementos “gringos” en sus piezas, aún antes del nacimiento oficial del rock.
Desde el rock and roll y sus películas, Avándaro o su intromisión en la época del boom del rock en español, hay muchos elementos a destacar en este Día Mundial del Rock.
Si bien Tamaulipas no ha sido un gran precursor del rock (popular) si ha dejado huella profunda en el movimiento nacional y aquí te dejamos cuatro ejemplos claros.
Benny
Originario de Reynosa, Benny Ibarra fundó la agrupación en 1965 junto a su hermano Miguel Ángel, influenciados por la ola británica del rock, lo cual los diferenciaba de las agrupaciones como Los Teen Tops.
Su imagen era rebelde y fuerte, algo que no era común en la escena nacional, lo cual llamó la atención. Incluso el que Benny trajera el cabello largo, fue un punto de controversia que le atrajo más reflectores.
Su primer obra fue una versión de Help de The Beatles y fue la primer banda que hizo una grabación totalmente en vivo, esto en los estudios XEW.
Obviamente su canción más popular y con la que bailaban tus papás y hasta tus abuelitos, es “Diablo con vestido”
Debido a su popularidad, Los Yaki realizaron giras por Estados Unidos, Latinoamérica y Europa, hasta su disolución en 1960.
Benny, a pesar del talento se dedicó a otras cosas, principalmente al teatro junto a su esposa Julissa.
Rigo
Si bien El Sirenito no fue parte exclusiva del rock, y más bien en considerado padre de la música tropical grupera, sí utilizaba elementos del género en muchísimas de sus composiciones, lo cual lo lleva a ser muy querido y peleado en los anales de los viejos rocanroleros.
Su relación con este género es más por sus gustos musicales, los cuales conoció viviendo en Estados Unidos, The Beatles, Black Sabbath, Led Zeppelin, Eric Clapon estaban entre sus influencias que, aunque no eran tan vistosas en sus composiciones, si están implícitas.
Incluso el disco Rigo es Amor, fue grabado en el mítico estudio Abbey Road.
Matamoros, su ciudad natal le ha hecho un museo, dio la nomenclatura de una avenida y un sector de la playa, se denominó Costa Azul en su honor.
Rockdrigo
Rodrigo González es lo que Carlos Monsiváis en la literatura: un cronista de la Ciudad de México. Es de esos personajes que en vez de ser devorados por la ciudad de los palacios, ellos la comen a bocados grandes y luego la transpiran.
Entendieron como nadie su diversidad, la raíz y cultura, la tragedia y la comedia de la capital mexicana.
Nacido en Tampico, migró muy joven a la Ciudad de México donde perfeccionó su estilo musical al estilo Bob Dylan, con letras metafóricas y surrealistas que hablaban de su gente, desde un asalto chido a una ama de casa desesperada o un tipo asalariado.
Acompañado de su guitarra acústica, su carrera iba en claro ascenso y logró capitalizar hacia su talento el acercamiento con otras figuras del folk rock, el urbano y el rock and roll, y los acuñó en un estilo denominado “rupestre”.
Dentro de su catálogo cupieron todavía algunas canciones que mostraban su parte huasteca, como “Huapanguero”, sin embargo, fue más un narrador de la hoy CDMX, en la que quedó sepultado en el terremoto del 1985.
Jaime López
Si bien el Metro Balderas de Rockdrigo (aunque es más conocida la versión plagiada de El Tri de Alex Lora) es una de las canciones sobre la CDMX más reconocidas, la Chilanga banda se presenta, con su lustroso lenguaje, como el himno capitalino popular más reconocido.
La canción es una pieza representativa en la carrera de la casi santificada Café Tacvba, sin embargo es una composición del oriundo de Reynosa, Jaime López.
El tamaulipeco lo compuso a mediados de los noventas para incluirlo en el álbum Odio Funky, el cual grabó junto al guitarrista José Manuel Aguilera, quien posteriormente estuviera en las seis cuerdas en La Barranca y Jaguares.
La canción se convirtió en una de las canciones más representativas de la Ciudad de México, pero adquirió una mayor relevancia cuando se incluyó en Avalancha de éxitos de Café Tacvba.
López tiene hasta el momento más de una veintena de grabaciones, entre solista y en colaboraciones.