En medio del estruendo de los tambores, las campanillas y los cantos aparecen la Muerte, el Diablo, pero también caballos y osos, los personajes de un festival tradicional para celebrar el año nuevo en una zona montañosa de Polonia.
Siguiendo la costumbre, de origen incierta pero muy antigua, los hombres de los pueblos que viven junto al río Sola van de granja en granja durante la noche de fin de año y a partir del 1 de enero recordando a los habitantes la presencia de la naturaleza y para desearles prosperidad.
Al final de su periplo, todos los grupos se reúnen para un gran festival anual en la localidad de Milowka, que atrae al público a este lugar pintoresco de las montañas de Beskidy, cerca de Zywiec, una región de Polonia conocida por su cervecerías y su artesanía.
"Con todo este estruendo, los personajes de colores vivos, las campanillas, los silbidos y el ruido de látigos echamos a los espíritus que quieren bajar a la tierra", explica Andrzej Maciejowski, responsable del festival que se celebra anualmente en Milowka.
"Los personajes del espectáculo representan todo lo que formaba parte de la vida diaria del campo, los seres de otros mundos, como el Diablo y la Muerte, las minorías, como los judíos o los gitanos, y las antiguas profesiones, como los vendedores ambulantes o los curanderos", explica.
Esta fiesta tradicional forma parte del patrimonio cultural inmaterial de Polonia.
epc