El registro poético de Carlos Pellicer —nacido el 16 de enero de 1897— era tan amplio que Luis Rius llegó a preguntarse ¿Cuántos Pelliceres hay?, por la dificultad para ceñir su obra.
A propósito del aniversario de su nacimiento, reunimos estos poemas que la UNAM recogió en su Material de lectura. Comenzamos con "Grecia", primer poema que Pellicer publicó, a los 15 años de edad.
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Grecia
Ella es la fiesta de las líneasy de las rosas soñadorasy las diademas apolíneasentre la flor de las auroras.Tropa de dioses pescadores…Píndaro canta, dicta Aspasia.Y un atropello de visionesen los suspiros de la magia…Solemnidad de columnata.Y en las mandíbulas de platdel trípode, alza sus esfuerzosla lividez de los aromas,como una ráfaga de versosen un encanto de palomas
(Gladios, México, febrero de 1916, año 1, No. 2, p. 130)
Nocturno
No tengo tiempo de mirar las cosascomo yo lo deseo.Se me ocurre sobre la miraday todo lo que veoson esquinas profundas rotuladas con radiodonde leo la ciudad para no perder tiempo.Esta obligada prisa de inexorablementequiere entregarme el mundo con un dato pequeño.¡Este mirar urgente y esta voz en sonrisapara un joven que sabe morir por cada sueño!No tengo tiempo de mirar cosas,casi las adivino.Una sabiduría ingénita y celosme da miradas previas y repentinos trinos.Vivo en doradas márgenes; ignoro el central gozode las cosas. Desdoblo siglos de oro en mi ser.Y acelerando rachas –quilla o ala de oro–,repongo el dulce tiempo que nunca he de tener.(De '6, 7 poemas', 1924)
Fin del nombre amado
Un soneto de amor que nunca digade quién y cómo y cuándo, y agua dé aquien viene por noticia y en sí leaclave caudal que sin la voz consiga.Que en cada verso pierda y gane y siga
ritmo a la cifra en luz que el agua arquea,y suba el esplendor que así deseamúsica lengua y tacto a flor de espiga.Ya la línea sandalia del terceto
abre camino al alma del objetoque adoro y cuyo nombre dicen todos.Nadie sabe el valor de su grandeza,
pero al decirlo de inconscientes modosme transfiguran, pues me dan belleza.
(De 'Otras imágenes', 1941)
Por eso este poema
Por eso este poema, tan abierto,como la mano en que se da la mano,es la desnuda tarde de veranoen que la lluvia niega lo más cierto.Si pudo lo increíble ser tan cierto
y estar de lo más lejos tan cercano,que por eso, por ser eso está a la manoel agua incomparable del desierto.Al abrir las ventanas de este día
cerré los ojos cuando sonreíala flor de lo que pasa inesperado.Por eso, cuando el sueño me despierta,
desaparezco de uno y otro ladoy me inclino a esperar que abran la puerta.
(Tepoztlán, 4 de mayo de 1976)
Sonetos dolorosos (Fragmento)
He pasado la vida con los ojosen las manos y el habla en paladeode color y volumen y floreode todos los jardines en manojos.¡Con cuánta agilidad robé cerrojos!
No conoció la lengua titubeo;y después de geográfico cateoamoraté el azul desde los altos rojos.Sin mi sombra a mi cuerpo corresponde
es que el silencio aconteció entre ruidosy ha sabido saber cómo y dónde.
(De 'Práctica de vuelo', 1956)
La danza
Círculo y triángulo. Punto. Movimieto.La estatua, liberada del vacío.Instante en llamarada o en rocío.Hoja que cae o grito en el cielo.Un pájaro tan claro de alimento.
El equilibrio de un escalofrío.Las mil pausas continuas. Lo que es míocuando con nadie estoy: deslumbramiento.Es hablar con el cuerpo. No está muda
la música del cuerpo. Se desnudala inmaterialidad de la materia.Estoy pensando en ti. En ti he aprendido
que no hay tanta riqueza en mi miseria.Silencioso clamor de cielo herido.
(Lomas de Chapultepec, 4 de septiembre de 1976)
Vuelo de voces
Mariposa, flor de aire,
peina el área de la rosa.
Todo es así, mariposa,
cuando se vive en el aire.
Y las horas de aire son
las que de las voces que vuelan.
Sólo en las voces que vuelan
lleva alas el corazón.
Llévalas de aquí, que son
únicas voces que vuelan.
(De 'Exágonos', 1941)
La dualidad nocturna
Los caminos destruidos del insomnioque van a dra adonde ya no hay nada;los pasos tan voraces del demoniosobre la arena más abandonada.Víspera poderosa llamarada
que enciende las ciudades del insomnio;la muerte joven que se da el demonioa la luz de una espléndida mirada.¿Va a llegar el arcángel? Tengo el río
para la desnudez de su hermosura.Busco lo que no es suyo y lo que es mío.Todo parece estar naciendo apenas.
¿La novedad de una antigua escultura?Todo parece estar naciendo apenas.
(Lomas de Chapultepec, noche del 5 de diciembre de 1974)
Poema elemental (Fragmento)
'El aire'El aire es transparente
cual el silencio en una lectura prodigiosa.Y funde la cera voluptuosadel mediodíay es una rosade caminos estelares,un fruto diáfano, una sombra divinaque acerca espíritus y mares,pájaros y naranjas,nube más piedras tórridas y palabras marinas.El aire es translúcidocomo el saludo de los amantesen los grupos cordiales.Alía en arcos invisiblesla palabra olvidada, las augustas señalesy las manos de la danza fúnebreque antes saludaron a la primavera.El aire me persuade de tu ausencia, ¡oh amor!Aire, fino-aire, largo-aire-lira, aire-cera.
(De Camino, 1929)
Fin del nombre amado
Un soneto de amor que nunca digade quién y cómo y cuándo, y agua dé aquien viene por noticia y en sí leaclave caudal que sin la voz consiga.Que en cada verso pierda y gane y siga
ritmo a la cifra en luz que el agua arquea,y suba el esplendor que así deseamúsica lengua y tacto a flor de espiga.Ya la línea sandalia del terceto
abre camino al alma del objetoque adoro y cuyo nombre dicen todos.Nadie sabe el valor de su grandeza,
pero al decirlo de inconscientes modosme transfiguran, pues me dan belleza.
(De Otras imágenes, 1941)
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