Levantarse por la mañana y ponerse sus mallas para hacer ejercicio, así es como comienza sus días Eva Vale, la artista plástica que después de terminar su rutina se pone a dibujar.
El arte y sus ramificaciones fueron una constante en la vida de la creadora, que ha trabajado con reconocidas marcas como Louis Vuitton, además de realizar murales en estados como Campeche o pintar a la Virgen de los migrantes. Raúl, Tere o Angélica Vale (su prima), por mencionar algunos nombres, forman parte de su gran familia.
Eva recuerda que llegar al arte no fue un recorrido pronto; ella estudió economía. Su plan: buscar marido y que la mantuvieran, aunque la reflexión no le permitió dicha aventura, por lo que comenzó a preguntarle a diversas personas lo que hacían.
“Un día le pregunté a un portero de la casa de una amiga que cómo había decidido dedicarse a eso, y me respondió: ‘Si se la cuento no me la cree. Un día pensé: ¿qué es lo que más me gusta hacer en la vida? Leer y ver la tele. ¿A quién le pagan por eso? A un portero’. Quería hacer lo mismo que él. Lo que más me gusta es dibujar y entré a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda”.
De no ser artista, ¿a qué te hubieras dedicado?
Estuve muy cerca de dedicarme a la cantada. Escribía canciones, pero la verdad es que eran malísimas, aunque también estaba puberta; eran canciones de amor a todo lo que da, pero con drama. Y también pensaba en ser cantante para niños... como Tatiana. A la mera hora me di cuenta que no era mi sueño.
¿Deporte favorito?
Juego tenis, de chavita lo jugaba profesionalmente. Hace poquito me mudé a un lugar que tiene cancha y me encanta regresar a jugarlo; es como un lugar de meditación inmediata.
¿Y tu lugar preferido?
Quiero contestar algo que no sea cursi porque mi respuesta inmediata es: en los brazos de Bebecito (Lucila, su esposa). Mi lugar favorito después de eso es mi estudio, un espacio muy libre para mí.
Tienes esposa, ¿qué opinas sobre el matrimonio?
Creo que es de las mejores cosas que uno puede hacer en la vida. Estoy muy agradecida de tener un equipo como el que tengo. Creo que cuando te casas con la persona que decides que sea tu persona favorita la vida se acomoda muy fácil; lo que pasa es que el matrimonio tiene un truco que nadie te cuenta y a mí me dieron un consejo que es el eje de mi matrimonio, que es 90-10: cuando ves que el otro pone el 10 tú pones el 90, y al revés. Llevamos 13 años, nos casamos al quinto, cuando la administración de Marcelo Ebrard nos los permitió.
Vienes de una familia artística, ¿cuál es el mejor momento que recuerdas?
Hay muchas risas de por medio. Con Angélica me llevo muchísimo y con Nicolás, mi hermano; en general tenemos un sentido del humor muy negro y nos genera mucha gracia todo, creo que mi familia me ha enseñado a aligerar la vida, como que nada es tan serio. Hace poco me fui con Angélica y sus hijos a Disney, ¡no sabes qué diversión!
¿Cuál es tu peor defecto?
Soy muy impulsiva, entonces estoy aprendiendo a tomar decisiones con cautela.
¿Cuál es la travesura más divertida que has hecho?
De viaje, nos llevamos uno de mis libros que hemos dejado en el Pompidou, en París, o en el MoMA de NY; es divertido porque los metemos a las tiendas de museos con una leyenda que dice: “Si te encuentras este libro y lo deseas, te lo puedes llevar porque no es parte de la compra de este museo”. La verdad es muy bonito porque le ponemos el @evavale y mucha gente nos ha escrito.
¿Qué música escuchas?
Estoy enamorada de unos DJ que se llaman The Soul Brothers: mezclan a José José o canciones como “La Boa”, pero en un beat house espectacular.
Si pudieras conversar con un personaje histórico, ¿a quién elegirías?
A Jesús. Me parece una mente brillante y le preguntaría cómo nutrir a esta humanidad. Hitler sería otro, aunque no estoy de acuerdo con sus fines y sus formas, fue un güey estudiadísimo, alguien que estuvo buscando todos los elementos de poder.
¿Qué lees en estos días?
Ahorita estoy leyendo Cassandra Speaks, es mitología y está bien bonito; estoy haciendo una expo sobre los griegos y estoy aprendiendo muchísimo de su literatura y de cómo operan, porque al final del día es una cultura que lleva muchos años existiendo y es la que más prevaleció, mucho se lo amerito a que son dioses que la cagan, que tienen errores y es fácil verlo.