“La mejor pintura es la que tiene algo que decir, la que asombra por su frescura, por su novedad, la que nos descifra, la que nos explica nuestros pensamientos sin conciencia. No es la que se pone en competencia con Tiziano o Rembrandt, ni con ellos ni con nadie”, se oye decir en la presentación de Rafael Cauduro: una vida dedicada al arte, documental dirigido por María de las Mercedes Sierra con la colaboración de Liliana Pérez Cano y Paola Pineda.
Se trata de un proyecto que tomó dos años y que apenas fue exhibido semanas atrás en la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario de la UNAM, donde asistieron cerca de 200 personas, entre ellas docentes, estudiantes, investigadores, artistas y empresarios, testigos de una obra en formato audiovisual sobre la visión profunda del trabajo íntimo y enigmático de Cauduro, quien murió el domingo pasado y recibió un homenaje de cuerpo presente en Bellas Artes al día siguiente.
“Mi familia y yo estamos muy agradecidos por el apoyo para realizar este documental; el entusiasmo y cariño que nos han mostrado ha sido enorme. Estamos en búsqueda de nuevos recintos, escuelas e instituciones dónde poder mostrar este trabajo que narra la vida artística de Rafael”, dice Pérez Cano, directora de la Casa Estudio Rafael Cauduro.
Diversas etapas
Rafael Cauduro: una vida dedicada al arte abarca distintas épocas de la vida profesional del pintor, desde sus inicios en Casa del Lago de Chapultepec, pasando por su controversial mural Comunicaciones en la Exposición Mundial sobre Transporte en Vancouver, Canadá, en 1986, hasta su fascinación por los metros subterráneos, donde se pueden apreciar retratos de Mick Jagger y Winston Churchill, siendo el clímax la descripción del proceso, simbolismo y culminación de Los siete crímenes mayores, obra dentro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y sus muestras en museos y galerías.
El director del Museo de Arte Popular, Walther Boelsterly, quien llevaba una relación de amistad, familiar y compañerismo de profesión con Cauduro desde hace 45 años, dice que el trabajo del artista “no consiste en metáforas, son más que realidades las que presenta de una manera clásica, con una capacidad geométrica que muy pocos han alcanzado en este país.
La obra pictórica del artista puede ser visitada en su actual exposición Un Cauduro es un Cauduro, exhibida en el Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano hasta el 28 de enero de 2023.