Vestido con un pok’uil tradicional, el músico y cineasta de Zinacantán, Chiapas, Juan Javier Pérez, estrenó a nivel mundial, en el selecto balneario francés de Biarritz, Vaychiletik (sueños), un documental en lengua tzotzil.
El director, originario de la comunidad tzotzil ubicada en los altos de Chiapas, estrenó su ópera prima cinematográfica en el marco de la trigésima edición del Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz.
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Con sus papás y su hermano como personajes, el documental tiene como principal protagonista a su progenitor, José Pérez López, un reconocido músico tradicional que tiene el “cargo” de amenizar, de por vida, ceremonias tradicionales de la comunidad a cambio de comida y bebida.
“Es una película que habla de la memoria pero también que trata de defender y resguardar todo este conocimiento ancestral que tiene mi pueblo. Habla sobre los sueños, que a través de los sueños se otorgan los dones tradicionales en la cultura” explicó a MILENIO su director, Juan Javier Pérez, en Biarritz.
“No trata de romantizar, no es folclórica (…) Es la historia de un hombre que ha dedicado su vida para que la cultura prevalezca y los jóvenes la conozcan” añadió el cineasta que la realizó en el marco de un diplomado de cine documental y que llamó poderosamente la atención de los programadores franceses, que la seleccionaron como uno de los diez documentales en competencia de toda Latinoamérica en esta edición del Festival de Biarritz.
La película “va dedicada a todas aquellas personas que han dedicado su vida para el florecimiento de las culturas originarias porque son los guardianes y guardianas” de ellas, subrayó su realizador, que explicó que se estrenó en Biarritz porque fue el primer festival en seleccionarla de todos a los que se presentó.
“La primera noticia que recibimos fue de Biarritz. Estoy muy contento la verdad de estar aquí porque creo que a través del cine, nuestra cultura la podemos compartir con el mundo. Estuvo la sala llena. Eso me llena mucho de emoción” comentó sobre la primera función.
En su estreno mundial en el Casino de Biarritz, la película suscitó la curiosidad y el interés del público francés que preguntó al director mexicano por la historia, su cultura, tradiciones, idioma, problemas e incluso por el Pox, un aguardiente de maíz y piloncillo típico de Chiapas que los músicos de las comunidades como su padre reciben a cambio de tocar en las ceremonias de la comunidad como la del cambio de la floración, la Santa Cruz, y la dedicada a las montañas, cerros y manantiales para pedir abundancia, un licor que aparece en numerosas escenas del filme.
Pérez, quien tiene además una banda de rock que canta en tzotzil, consideró que en México hay cada vez una mayor producción de películas en lenguas originarias como la suya.
“Hay muchos compañeros y compañeras que están comenzando a hacer cine y hablando de temas muy importantes sobre la desigualdad, la inseguridad... Me siento muy contento que haya esta nueva corriente de cineastas. Eso le va a dar otra mirada, otro cine a México”, sostuvo.
En México la película se estrenará en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) a finales del próximo mes de octubre, y pocos días antes será exhibida en París.
De momento el director, que ya está trabajando en un nuevo proyecto cinematográfico, no sabe si saldrá en salas de cine. Donde si se verá con seguridad es en su comunidad de Chiapas a cuyos vecinos se la mostrará próximamente.
PCL