Dr. Lakra.Un puente entre la tradición y la modernidad

Edición Fin de Semana | Revista M

Entre técnicas clásicas y objetos antiguos, el artista fusiona historia y modernidad en Tupi or not Tupi, un viaje visual por la identidad mexicana.

La exposición del artista | Especial
Sarah Gore Reeves y Betsy de la Vega Tay
Ciudad de México /

Dr. Lakra, cuyo nombre real es Jerónimo López Ramírez, es un destacado artista y dibujante mexicano, conocido por su estilo que fusiona la cultura popular con el arte contemporáneo. Ha desarrollado una carrera prometedora en la que explora temas de identidad, surrealismo y el contexto social a través de diversas técnicas, como la pintura, el grabado y la instalación. Su trabajo invita a la reflexión sobre la intersección entre tradición y modernidad, ofreciendo una mirada multifacética a la cultura mexicana.

En exclusiva para M Revista de MILENIO, Dr. Lakra nos recibe para conversar sobre su más reciente muestra, Tupi or not Tupi, presentada en la Galería Kurimanzutto. Con esta exposición, el artista nos sumerge en un gabinete de curiosidades donde convergen cabezas humanas, momias, tótems, óleos, cerámicas y esculturas de mármol italiano, en una amalgama que evoca el pasado y el presente.


RM: Hay un hilo que conecta tus piezas; es evidente que hay una combinación de objetos que sigue evolucionando...

Todo es una especie de continuación. Las obras están relacionadas entre sí y surgen de ideas que he estado trabajando desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, el mapa, que es la pieza central y la más grande de esta serie, es una idea que surgió en 2009, cuando los mapas de Covarrubias llegaron al Museo de Puebla. Al verlos, pensé que sería perfecto hacer un mapa de tatuajes. Desde entonces, he venido desarrollando esa idea y, finalmente, logré concretarla.

RM: ¿Cómo ha sido para ti la transición hacia un ritmo más lento?

Fue un cambio significativo para mí. Durante la pandemia, encontré una caja de óleos que pertenecieron a mi padre y decidí experimentar con ellos. Comencé a pintar a un ritmo mucho más pausado, estudiando y utilizando técnicas más clásicas, como las veladuras. Por ejemplo, una pieza me tomó cerca de seis meses en completar, lo cual representó un reto, ya que la mayoría de mis obras son bastante inmediatas y suelo realizarlas en una o dos sesiones.

Foto: Especial

RM: ¿Cómo eliges los elementos que integras en tus obras?

Me fascina todo lo antiguo, especialmente las imágenes que poseen una textura y una historia intrínseca. Me gusta pensar que una imagen antigua encierra no solamente una estética, sino también el pensamiento de la época. Sin embargo, también combino esos elementos con otros más contemporáneos y populares, como juguetes de plástico. Es una mezcla intencional, y a la vez intuitiva. Muchos de los objetos que utilizo son cosas que he coleccionado a lo largo de los años, ya sea en mercadillos o en tiendas de antigüedades.

RM: ¿Cómo visualizas el tatuaje en tu obra?

Ha sido un eje fundamental en mi vida y mi obra. Es un lenguaje universal que se manifiesta en muchas culturas, desde los marineros europeos hasta los mayas. Lo que más me atrae es su naturaleza rebelde y salvaje. Históricamente, el tatuaje en Occidente ha sido considerado algo marginal y criminal, pero ha ido evolucionando y hoy está plenamente integrado en la sociedad. Es interesante observar cómo, antes, el tatuaje te colocaba al margen, mientras que en otras culturas servía para integrarte a un clan o tribu.

Creo que muchos tatuadores, en algún momento, tienden a explorar una iconografía asiática, especialmente los tatuajes japoneses. Estos son conocidos por abarcar grandes partes del cuerpo y por su refinamiento particular. Han tenido una influencia enorme en el mundo del tatuaje, y yo no soy la excepción. He estudiado libros y siempre me ha atraído profundamente esa estética.


RM: Creciste en una familia de artistas, ¿cómo ha impactado esto tu obra y trayectoria?

Crecer en un entorno artístico me brindó acceso a numerosos museos, libros y exposiciones. Sin duda, ha influido en mis gustos y en mi manera de crear. Siempre estuve expuesto al arte, lo que ha sido parte fundamental en mi proceso educativo.

RM: ¿Cómo comenzaste a trabajar con mármol?

Son piezas más recientes. Todo surgió un par de años antes de la pandemia, cuando trabajaba con vidrio en Italia. Me invitaron a un taller de mármol para ver si se me ocurría algo, y una de las cosas que más me impactó fue la bodega que tenían, llena de ejemplos de figuras clásicas. El proceso que utilizan para reproducir imágenes es fascinante; emplean una tecnología con láser que va esculpiendo el mármol, y al final hay una persona que refina los detalles a mano. Cuando fui al taller, lo primero que pensé fue en utilizar las figuras que ya tenían y hacer un collage con ellas para crear una pieza nueva. Trabajé los escaneos digitalmente y luego se tradujeron a un programa 3D, a partir del cual fueron esculpidas por la máquina y, finalmente, refinadas a mano. Mi obra siempre ha consistido en dar vida a objetos que ya existen, como una forma de collage cultural.

RM: ¿Qué significa el título de esta exposición?

Tupi or not Tupi hace referencia al canibalismo cultural: tomar algo de otra cultura y hacerlo propio, similar al ritual de los guerreros que consumían el hígado de sus enemigos para absorber su fuerza. Mi trabajo se centra en la apropiación creativa y en la reinterpretación, moviéndose constantemente entre influencias culturales.

RM: ¿Te arrepientes de haberte hecho alguno de tus tatuajes?

(Risas). No, hasta la fecha no.



evt

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