Jorge Hugo Marín de Colombia, Pablo Paredes de Chile, Fernando Rubio de Argentina y Martín Zapata se reunieron en una de las sesiones del Primer diálogo sobre la dramaturgia moderados por Enrique Olmos de Ita, una charla a la que asistieron la tarde del viernes cerca de 60 personas. La primera pregunta lanzada por Olmos de Ita fue: ¿para quién se escribe?
Marín entre todo su discurso respondió que escribe con la posibilidad de que se monte, que habla de su contexto, permanecer en extremos y que lo hace por su propia necesidad; habló también de que su dramaturgia es social y para el pueblo: “No me interesa que mis personajes digan las grandes poesías” a su vez mencionó que no le interesa a quien guste o interese “el oficio es de búsquedas no de éxitos y fracasos”.
Paredes por su parte se refirió a la dramaturgia que tiene alguna dirección, citó al poeta colombiano Zurita para referirse a su país y lo que conlleva “estar sometidos a los acantilados”. Comparó el acto de escribir a un ritual. Menciona que escribe para generar tensiones y preguntas en el público: “No construyo verdades sino más bien incomodidades”.
Zapata respondió de inmediato que escribe para el espectador, después, su respuesta se fue encaminando a que sus obras le deben gustar a él primeramente y después las comparte con personas de su confianza. En esa misma respuesta también argumentó que se tiene una incesante necesidad de escuchar y contar historias: “La vida es un caos y las historias la ordenan”
Rubio, quien mencionó estar por primera vez en México, respondió que escribe pensando en la voluntad y la acción. “Uno escribe para alguien que tiene algo por descubrir”, comentó que siempre busca intimidad entre los cuerpos y con el público, no verlo como una butaca más. “He escrito mucho para mucha gente que quería, como mi padre… siempre intentamos encontrarnos con alguien”.
La siguiente pregunta fue igualmente causa de otros grandes discursos y argumentaciones. La cual fue si la dramaturgia seguía siendo literatura. A lo que después de dar argumentos, todos terminaron respondiendo que sí, pero de diferente forma. Posteriormente se abrió un diálogo con el público asistente, que para ese entonces no superaba los 40. Otra sesión de este encuentro se realiza el sábado 3 de diciembre.