"'Duda: una parábola' cuestiona la necesidad humana de tener certezas": José Sampedro

La obra de teatro del dramaturgo John Patrick Shanley se presenta todos los lunes en el Foro Shakespeare hasta el 10 de junio.

La pieza expone la historia de la monja Alloysus, quien sospecha que el padre Flynn tiene una realción con uno de los monaguillos. (Foto: Especial)
Ciudad de México /

El director de escena José Sampedro apuesta a la actoralidad en Duda, una parábola, la obra ganadora del Pullitzer y del Tony de John Patrick Shanley que cuestiona la necesidad humana de tener certezas.

“Esta obra artística, como cualquier otra, no nos da respuestas, sino muchas preguntas sobre qué hacemos con la información que recibimos, cómo necesitamos en la vida tener certezas y cómo nuestra mente siempre quiere aterrizar en una historia donde hay buenos y malos”, comenta en entrevista Sampedro sobre su montaje que se presenta todos los lunes en el Foro Shakespeare hasta el 10 de junio.

La pieza, ambientada en el Nueva York de los 60, expone la historia de la monja Alloysus (Emma Dib), quien sospecha que el padre Flynn (Antón Araiza) tiene una relación con uno de los monaguillos, luego de que el niño es llamado por el cura a la rectoría, de donde sale afectado y con aliento alcohólico.

“La monja empieza a generar estas ideas en su mente de que algo pasaba. En ese momento de la Iglesia había muchos casos de pederastia; entonces la hermana Alloysus empieza a sospechar y a llenarse de certezas de que el cura está abusando del niño, y lo lleva a sus últimas consecuencias”, explica Sampedro, cuyo anterior montaje, el año pasado, fue otra obra polémica, Incendios, de Wajdi Mouwad.

Sin embargo, acota que la obra de Shanley (Nueva York, 1950) no se enfoca a si el sacerdote abusó o no sexualmente del monaguillo de 13 años, sino más bien sobre todas las dudas que surgen en los personajes sobre las estructuras sociales y religiosas que han sostenido hasta ese momento sus vidas.

Destaca el elenco con Anton Araiza, Emma Dib, recién nombrada directora del Centro Universitario de Teatro (CUT, la primera mujer en la historia de esta escuela de la UNAM) y quien apenas compartió escenario con Luis de Tavira y Fernanda Castillo (madrina del reestreno de Duda, una parábola el pasado 29 de enero) en El padre, de Florian Zeller. También Ana Guzmán Quintero (hermana James), protagonista de Indecente, Todos eran mis hijos e Incendios. Y Conchi León (señora Muller), una actriz que ha dejado las comedias para mostrar su talento en Rosy, de Cecilia Ripoll, y el drama de Shanley.

“Este elenco es perfecto. Antón Araiza es el padre Flynn que deseaba, es un actorazo; Emma Dib es increíble, con este poder e inteligencia que tiene. Ana Guzmán Quintero es la mejor actriz de su generación, es brillante, me da gusto que todo mundo la está llamando por su talento. Con Conchi León nunca había trabajado, la había visto en comedia; aquí interpreta a la madre del niño, su escena es la más poderosa de la obra y con la que se empieza a dudar de todo”, comenta el también productor.

“Todo mundo habla de lo poderoso que son las actuaciones de estos cuatro actores. Todo el trabajo está recargado en su actoralidad y en contar la historia desde habitar estos personajes. Se llama Duda: una parábola porque una parábola es un cuento sencillo que quiere enseñar algo. Y, en ese sentido, los personajes son muy arquetípicos, muy delimitados, pero necesitas grandes actores para hacerlos, porque en realidad son muy complejos, por eso el público sale enamorado de los actores y del texto”.

En 2008, el mismo dramaturgo John Patrick Shanley la adaptó al cine y la dirigió bajo el nombre de La duda, con un elenco de antología: Meryl Streep, Phillip Seymour Hoffman, Amy Adams y Viola Davis, con cuatro nominaciones al Óscar por sus actuaciones y otra más por el guion.

Para Sampedro, todos los personajes están transitando por una gran soledad y todos buscan certezas, porque como cualquiera se quieren sentir bien con ellas, pero las circunstancias los ponen a dudar.

“Para mí, como creador escénico, alguien que cuenta y crea historias, es muy fascinante hablar sobre esto, porque no seríamos nada sin nuestras historias, y al final del día ninguna historia es realmente cierta, creemos tener la verdad absoluta pero esta no existe; el autor de este texto nos está invitando siempre a dudar, porque para evolucionar hay que dudar sobre lo que creías saber”, expone Sampedro.

Duda, una parábola es una de las mayores obras de nuestro tiempo, está escrita de manera sublime, por eso ganó el Pullitzer y el Tony (en 2005) y ahora también se está presentando en Broadway. Ya se había presentado hace algunos años en México. Es una obra que habla al público de cualquier parte del mundo, sus preguntas son filosóficas y profundas: por qué el ser humano necesita certezas”, subraya.

“Como todos mis montajes, lo que me gusta es poner toda mi atención en la actoralidad. Duda, una parábola es un teatro de actores, donde no hay parafernalia, no hay escenografía; sólo hay piso y cinco sillas. Estoy tratando de invitar al espectador a este universo, donde la música está muy presente, compuesta e interpretada por la chelista Belén Ruiz, que va llevando las transiciones y el viaje de los personajes”, añade el director que justo dice que la música fue el género que lo llevó después al teatro.

El equipo creativo de Duda, una parábola. Música original y cello de Belén Ruiz. Iluminación: María Vergara. Escenografía: Antonio Saucedo. Traducción: Enrique Arce y José Sampedro.

PCL


  • José Juan de Ávila
  • jdeavila2006@yahoo.fr
  • Periodista egresado de UNAM. Trabajó en La Jornada, Reforma, El Universal, Milenio, CNNMéxico, entre otros medios, en Política y Cultura.

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