Amorcito corazón
El arte de declarar el amor. El maestro Eddie Martínez, de Oaxaca, se inspira en una de las serenatas de amor más bellas de la historia de la música y del cine nacional: Amorcito corazón. La tentación del beso más amoroso, mordelón, de Manuel Esperón y del escritor Pedro de Urdimalas.
“Amorcito corazón, yo tengo tentación de un beso”. Todos tienen tentación de un beso. Eddie escuchó la canción por primera vez, en la película Nosotros los pobres, interpretada por Pedro Infante y Blanca Estela Pavón. La pintura de Eddie está muy influenciada por el cine, nos dice: “No pude dejar de pensar en el cine cuando estaba haciendo la obra. En esta ocasión, fue gran reencuentro con elementos que recuerdo de la película, en blanco y negro, fue una manera de abordarlo desde ese punto”.
Eddie no copió la película, hizo su propia historia. Llevó la atmósfera de la canción al dibujo. Nos explica su proceso: “Tuve tropiezos para comenzar este dibujo. La canción se me hacía completamente una abstracción. No tenía ningún elemento donde como agarrarme, porque quería no dar una respuesta muy literal. Quería buscar más elementos que no fueran tan transparentes, sino que de algún modo pudiera provocar metáforas”.
Esta canción la compuso Pedro de Urdimalas, un auténtico inspirado. Talentoso libretista de cine, autor del guión de la película de Nosotros los pobres y de Ustedes los ricos. Aparece en la película actuando al “Topillos”. Pedro de Urdimalas creó la imagen de los seres urbanos. Eddie captó la atmósfera urbana que tiene la canción. Nos dice Eddie: “Durante todo el proceso estaba pensando precisamente en la Ciudad de México y cómo era en esos años. Vi revistas de esos tiempos, para buscar algunos elementos que me hicieran ver cómo están viviendo el momento los personajes del dibujo. En todo momento pensé precisamente eso: que era una historia que tenía como un fondo el proceso de urbanización de esos años de la Ciudad de México”.
Pedro de Urdimalas escribió los diálogos de Los olvidados de Luis Buñuel. El dibujo, en blanco y negro, y ese cine en blanco y negro con una fotografía preciosamente iluminada, parece que el dibujo de Eddie fue arrancado de esas películas: “Inevitablemente pensé siempre en la película, traté de hacer esa atmósfera, los contrastes de la luz y las sombras vienen directamente de ahí. El corazón fue el primer elemento que pensé, fue el punto de partida. Me había rehusado cuando comencé a hacerlo, pero llegó un momento en que el corazón, por sí mismo, se impuso. Entonces buscar un elemento que lo uniera con una flor. Eso era la metáfora de la canción: la flor y el corazón”.
Inspirarse en la película y, al mismo tiempo, dar otra versión de esa imagen tan poderosa fue el verdadero reto, nos dice Eddie: “A veces cuando a uno le presentan retos que nunca te habías imaginado que podías hacer, encuentras un camino o una vertiente que te lleva a otras búsquedas. En esta ocasión así fue. De repente, encontré maneras inusitadas, que no había contemplado, caminos que nunca había pensado”.