En la independencia radica una de las características primordiales del Festival Poesía por Primavera, que llega a su primera década de existencia con la intención de volver a las calles, de recuperar el espacio público para la difusión no solo de la palabra, sino del arte en general, en especial en un tiempo tan complejo como el que se vive en la actualidad, en palabras del escritor y promotor cultural Antonio Calera Grobet.
“Las humanidades y las ciencias sociales han sido ninguneadas por todos los gobiernos, por un capitalismo aniquilador. Me siento en un encierro de toros heridos, pero aún dispuesto a la brama y a seguir reproduciéndose en este mundo, intentando cornear lo más que se pueda a este desdén y al enemigo, porque un problema es el silencio y otro son los ataques”.
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Con la participación de alrededor de 50 escritoras y escritores, y más de 20 proyectos editoriales independientes, en el festival se realizarán actividades en torno a las artes visuales, la música, el performance, la gráfica y una serie talleres para todos los públicos, a partir de un mecanismo autogestivo desde la Hostería La Bota y Ediciones Mantarraya.
De acuerdo con Melisa Arzate, parte del grupo encargado de impulsar el festival, todas las actividades las desarrollan de manera independiente, “con nuestros propios recursos económicos, pero también de la mano de un chorro de gente que no deja de acompañarnos, que no deja de creer en nosotros”, más allá de que algunos se tienen que ir, “derroteros naturales que toma la vida”, hay mucha gente que ha permanecido a su lado, “que ha confiado, admirado y respetado lo que se viene haciendo en La Bota y que es parte de este barco de sueños y de poesía que zarpa diario”.
“Nosotros enfrentamos el reto mayúsculo de volver a abrir, de salir al espacio público y hemos contado con el apoyo de gente que volvió a estar con nosotros, desde nuestros empleados y equipo de trabajo, hasta amigos que regresaron. Confían tanto en nuestro proyecto cultural que las ponen en nuestras manos para seguir haciendo cultura y, sobre todo, proyectos culturales independientes”, destacó Melisa Arzate.
El festival tiene lugar en la calle de San Jerónimo, en el Centro Histórico de Ciudad de México; un espacio abierto, lo cual permitirá no solo la ventilación y la seguridad sanitaria para que todo el mundo esté seguro y distanciado, sino también contribuirá a “volver a la calle como una acción civil, como una acción cultural de resistencia”, a decir de la también editora, una convencida de la necesidad de abonar a la libertad de expresión, a la libertad de pensamiento y “festejar el disenso que pueda darse entre todos los participantes que allí se den cita”.
El amplio programa de actividades se realizará el 5 y 6 de marzo, en cuya inauguración participarán Pura López Colomé y David Huerta, para continuar a lo largo de los dos días con más de 50 voces, entre quienes se encuentran Eduardo Milán, Mario Bellatin, Philippe Ollé-Laprune, Tanya Huntington, Natalia Toledo, Rocío Cerón, Enzia Verduchi, Guillermo Fadanelli y Ricardo Yáñez, por mencionar algunos.
En el festival habrá una presencia muy fuerte de las artes visuales, a través de la obra de Daniel Lezama, Adriana Calatayud y Gabriela Gutiérrez Ovalle, quienes montarán piezas de sitio específico en los jardines de San Jerónimo; asimismo, Demián Flores, Nicolás Carballo, La Clínica Regina y Arturo Ocampo, estarán a cargo de la propuesta gráfica del festival.
El sábado 5 y domingo 6 de marzo en la peatonal San Jerónimo se llevará a cabo la décima edición del Festival Poesía por Primavera, una propuesta, cuenta Antonio Calera Grobet, que se hace en honor a “todas las esquinas de otras ciudades, de toda la gente que no puede salir a las plazas públicas a tomar el lugar y vamos con todo, con la frente en alto”.
“Somos excéntricos, porque no estamos en el poder, nunca he pedido una beca y todo mundo sabe que somos atómicos: nunca nos ha interesado ser parte del mainstream. Somos como salmones, vamos al revés de todos”.
PCL