Sin fecha de caducidad, pieza documental de la dramaturga y directora de teatro Edurne Goded, pone en el centro la vejez, específicamente cómo atraviesa a las mujeres. El primer acercamiento de Goded con este tema ocurrió a nivel personal al ver a su madre y a su padre envejecer y más adelante, cuestionándose sobre su propia vejez.
En entrevista, la dramaturga cuenta que se dio a la tarea de investigar sobre las condiciones en las que las mujeres empiezan a envejecer y se dio cuenta de que esta etapa es un tema del que pocas personas quieren hablar y que está atravesado por “el constructo social: la expectativa que hay de la mujer, los cuidados que ‘debe’ tener una mujer; de alguna manera hay un mandato de que las mujeres tenemos que ser jóvenes por siempre y en el momento en el que llegamos a cierta edad existimos en un espacio de invisibilidad, a menos de que seas abuela y cuides a los nietos”.
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Para saber más sobre lo que sienten y viven las mujeres en esta etapa, Goded aplicó cuestionarios a un grupo de mujeres, tanto jóvenes como adultas. Para esto se acercó a Ana Gamble, directora de Gerontología del INAPAM y a Patricia Kelly, periodista y conductora del programa Aprender a envejecer. Con ellas indagó sobre los temas que son necesarios abordar para pensar en una vejez plena: “como la sexualidad, poder hablar de la preparación del cuerpo de la mujer o las proyecciones que tenemos de vida”.
Los testimonios de 100 mujeres le permitieron a la dramaturga empezar a tejer Sin fecha de caducidad de manera intergeneracional, es decir, planteando que pensar en la vejez no le corresponde sólo a las personas mayores, sino a toda la sociedad: “tendría que ser algo que nos importe desde ahora; ¿cómo es que se puede envejecer? ¿cuáles son las opciones y las cosas que se tienen que trabajar? porque hay muchas que tienen que ver con el Estado, con situaciones de bienestar y de cómo pensamos los cuidados”.
Entre las inquietudes que más se hicieron notar en las respuestas, cuenta Goded, estaban el miedo y la desinformación que muchas mujeres menores de 40 sentían o el no querer envejecer solas, por lo que uno de los cuestionamientos que se plantean en la pieza es: “¿realmente se necesita una pareja para envejecer con alguien o hay otras formas de cuidado conjunto?”.
Por otro lado, la pieza también muestra los testimonios de personas en edad adulta que decían sentirse en el mejor momento de su vida o mujeres con deseos pero que se sentían limitadas por su entorno.
“Hay una diversidad de experiencias de las que no hablamos. La única que conocemos es 'llega la menopausia, te vuelves histérica y luego te borran del mapa'. Es una cosa muy fuerte siendo que hay todo un abanico de posibilidades, toda una forma de prepararnos para llegar a la vejez de una manera más satisfactoria y más plena”.
Sin fecha de caducidad, que se presenta del 8 al 11 de agosto en el Foro del Dinosaurio del Museo Universitario del Chopo, se estructura en cinco cuadros: El primero trata sobre la juventud y la belleza basadas en los estereotipos de género, desde las caricaturas que vemos, los juguetes que usamos y la idea implantada del matrimonio; el segundo aborda la menopausia bajo un formato de talk show en el que, usando el humor como herramienta, se habla de los mitos y realidades de esta etapa; en el tercer cuadro se expone la invisibilidad de las mujeres mayores en la sociedad; el cuarto pone foco en el placer y la sexualidad y finalmente, el quinto cuadro plantea los deseos y las proyecciones basadas en las experiencias de las mujeres que participaron en los cuestionarios que realizó la dramaturga.
PCL