Punto de reunión y telón de fondo de espectáculos musicales y festejos de todo tipo, este domingo el Ángel de la Independencia cumple 108 años de haber sido inaugurado por el entonces presidente Porfirio Díaz.
El proyecto de construcción de la Columna de la Independencia de México, su nombre oficial, estuvo a cargo del arquitecto Antonio Rivas Mercado, pero el escultor italiano Enrique Alciati fue el responsable de las esculturas y bajorrelieves y el ingeniero Roberto Gayol de la obra civil.
La primera piedra se colocó en 1902, pero en 1906 los ingenieros de la obra descubrieron que uno de los lados del monumento estaba hundido; a pesar que las bases y casi 2 mil 500 piedras de una altura de 25 metros ya estaban colocadas, se tuvo que demoler todo lo construido para comenzar de nuevo, hasta su inauguración en 1910.
El monumento se localiza en Reforma, avenida que originalmente se llamó Paseo de la Emperatriz o Paseo del Emperador, ya que su trazo fue encargado por Maximiliano I durante el Segundo Imperio.
Durante una ceremonia realizada el 2 de enero de 1902, se colocó la primera piedra del monumento, que en el interior también se depositó un cofre dorado con el acta de independencia de México y una serie de monedas de cuño corriente de la época.
La cúspide del monumento se remató con una escultura que representa a la Victoria Alada en actitud de vuelo, con las alas abiertas, con el brazo derecho extendido y sosteniendo una corona de laurel como para colocarla sobre la cabeza de los héroes.
El brazo izquierdo extendido hacia abajo y sosteniendo en la mano una cadena rota de tres eslabones, símbolo de los tres siglos del virreinato y la dependencia política de España.
La escultura mide 94.66 metros de altura y es hueca de material bronce, toda ella revestida por hoja de pan de oro y se le dio el nombre específico de Ángel de la Independencia.
En 1925, el mausoleo situado en la base del monumento recibió los restos de los héroes de la Independencia como Juan Aldama, Ignacio Allende, Nicolás Bravo, Vicente Guerrero, Miguel Hidalgo y Costilla y José Mariano Jiménez.
Así como Mariano Matamoros, Francisco Javier Mina, José María Morelos y Pavón, Andrés Quintana Roo, Leona Vicario, Guadalupe Victoria, Pedro Moreno y Víctor Rosales.
En el terremoto del 28 de julio de 1957, la escultura se cayó y bajo la dirección de Ramón Bonfil se llevaron a cabo obras de restauración, entre las que se cuenta la construcción de las gradas oriental y occidental que llegan hasta la avenida.
Los trabajos tardaron más de un año en concluirse y la obra fue reinaugurada el 16 de septiembre de 1958.
Por otro lado, en el terremoto de 1985, la estructura y varias de las obras artísticas del monumento sufrieron daños y nuevamente requirió de trabajos de restauración.
En 2006 se le dio un mantenimiento general, por lo que permaneció cerrado durante casi un año y el 30 de mayo de 2010, con motivo de las fiestas del Bicentenario de la Independencia Mexicana se retiraron las urnas con los restos de los héroes para restaurarlos, ponerlos en exhibición y rendirles honores durante 2010 y 2011.
Actualmente, es uno de los monumentos más emblemáticos e ícono cultural de Ciudad de México y el país; es usado para festejos y manifestaciones nacionales, así como para la foto del recuerdo de turistas nacionales e internacionales, quinceañeras, bodas civiles y religiosas, graduaciones de diferentes niveles académicos.
También es escenario de festejos de futbol, incluidos los de la selección Mexicana, y de espectáculos artísticos, automovilísticos, civiles, militares, de declaración de derechos, luctuosos, entre otros.
El Ángel de la Independencia, emblema de hace 108 años
La obra inició en 1902, pero cuatro años después debieron volver a empezar su construcción y se inauguró en 1910 por Porfirio Díaz.
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