El Panteón de Oriente es el más viejo de Durango, pues cuenta con más 150 años y alberga una gran cantidad de historia.
Fue durante la época de la Reforma, por la donación de Juan Flores, un hombre que contaba con gran cantidad de propiedades, entregó 28 hectáreas, para este lugar y los decretos constitucionales hechos por Valentín Gómez Farías, cambian la percepción de la muerte, pues los panteones se crean con motivos de salud.
En 1860 se crea el Panteón de Oriente, aunque se cuenta que en 1857 ya se contaba con la planeación del camposanto, momento en el que se comenzó con el registro de la inhumación, exhumación y los monumentos se fueron construyendo a lo largo de los años.
Durante los primeros años se realizaban hasta 120 inhumaciones, sin embargo, con la epidemia de Influenza española, se alcanzó hasta 800 inhumaciones para 1918, por lo que las fosas comunes fueron utilizadas, y se desconocen los nombres o fechas de nacimiento de gran cantidad de personas.
MUSE DE ARTE FUNERARIO
Fue en 2002 declarado como Museo y se publicó el primer catálogo por la impulsora, Pilar Alanís Quiñónez, pero la historia del canterista no comienza en Durango, sino en Zacatecas, puesto que en el momento que la corona española permite el aumento a la explotación minera, Durango tuvo un desarrollo económico considerable, durante la Reforma Borbónica.
Ingenieros de toda Europa llegaron para trabajar en las minas, por lo que hay tumbas que datan del siglo XVII y XVIII de alemanes, españoles o franceses, que incluso cuentan con espacios en zonas del panteón.
Benigno Montoya nació el 13 de febrero de 1865 en la Hacienda de Trancoso, Zacatecas, luego, el padre del escultor, Jesús Montoya hizo el cambio de residencia, junto con la madre del menor, Hesequia Muñoz, su hermana y Benigno.
En la juventud de Montoya, su padre muere, y se hace cargo de la familia y de todos los compromisos laborales. Ahí, inició de manera formal su trabajo con la cantera, que con la heráldica europea, comenzó un trabajo superlativo, principalmente con ángeles, que no solamente se encuentra en las 37 piezas, sino también en la catedral basílica menor.
CUCA MÍA
María del Refugio Sáenz, esposa del General Gabriel Gavira, fue enterrada con un letargo, mientras él combatía en lo que hoy es el municipio de Santa María del Oro.
A su regreso, le informan que su esposa fue enterrada en el Panteón de Oriente, y solicita la exhumación del cuerpo, ya que quiere darle un beso de despedida, porque se lo había prometido, por lo que se dieron cuenta que había sido enterrada viva.
Alonso Barrios, especialista en arte funerario, comenta que en este museo, existen varios etapas arquitectónicas, que van desde el declive del barroco en el siglos XVIII y comienza en el neoclásico.
“Se ejecuta en Panteón de Oriente, aunque el camposanto comienza en el año de 1860, tenemos una predicción postneoclasista, y de ahí ordenes como rafaelismo o historicismo. Que van desde lo que es la arquitectura primitiva, como la iglesia bizantina, paleocristiana, otoniana, gótica, pero con un toque neo, porque no son funcionalistas, son ornamentales y con elementos barrocos. Pero va a predominar el neoclasisismo, eclectisismo y la parcialidad al neogótico”.
Relata que el neoclásico en la arquitectura trajo consigo el racionalismo, pero la mayoría de los maestros canteros que proyectan capillas, alto relieves, catafalcos, obeliscos, no eran estudiados, pues no estuvieron en las academias.
En el caso de Benigno Montoya, indica que fue un estilo arquitectónico definido. Por lo que respecta a los materiales con los que se construyeron, Ponzonelli y Viaggi importaron las esculturas por medio del barco y del ferrocarril, pero fue a partir que Porfirio Díaz se encontraba en el poder en México, En ese momento se trabajaba con mármol en el Panteón de Oriente.
Pero, en el caso de este camposanto, no solamente es la obra del padre Benigno, también Jesús y los discípulos son los que cuentan con el monopolio de la escultura en el panteón, por lo que respecta al estilo de las tumbas, comentó que existe una parte que busca emular a las catedrales de Francia, en el estilo gótico, porque lo que se buscaba era mantener la simbología y la heráldica europea del cristianismo, de la misma manera que el estilo ecléctico, que tiene con la colocación de ángeles en los remates.
Es una muestra de arte clásico, con decoraciones de flores que significan la redención de las almas. Hay cuatro capillas que son de los discípulos de Benigno, tienen mayor tamaño y fueron hechas por Montoya.
“Todas las obras están realizada en torno a las ideologías religiosas, en su mayoría, todas las piezas que va a ver ahí son de carácter religioso. Las capillas simulan una vista parcial, de las catedrales francesas o eclécticas que son propias de su tiempo, con una decoración de ángeles en los remates. Algunas son muy neoclásicas, pero lo único, que muestra en cuanto a sus elementos, son decoraciones de flores que tienen una simbología muy romántica y tiene que ver con la redención de las almas".
FOTOGRAFÍAS CON LOS MUERTOS
En el marco del Día de Muertos, se expuso en la Unidad Administrativa Municipal, un sitio de gran afluencia de personas, una exposición de este tipo de gráficas popularizadas a partir de 1838, con la idea de conservar en la memoria, los rostros y cuerpo de quienes dejaban este mundo, algunas veces aparentando que el difunto estaba vivo, sonriendo y con los ojos abiertos perfectamente maquillado y de pie utilizando sujetadores para detener el cuerpo.
Los fotógrafos contaban con conocimientos en maquillaje y escenografía para que las imágenes resultaran lo más realistas posibles y cumplir con las exigencias de quienes los contrataban.
Mario Garza, secretario del Ayuntamiento, dijo que se estimaba que los miembros de la familia rodearan el cadáver, otras veces en pose de dormir y vestidos con su mejor traje, al punto que a veces cuesta descubrir quién es la persona fallecida.
Se colocaban las manos de los cadáveres acomodadas suavemente en sus regazos denotando un deseo de permanencia en un mundo en el que nada permanece, y son también, una manera especialmente excéntrica y bella de vivir la muerte.
No todas las familias podían fotografiar a sus integrantes en vida, por lo cual reservaban estas fotos para los fallecidos. En el caso de Durango, esta costumbre se popularizó alrededor de 1872, sobretodo en fotos de “angelitos”, es decir, niños, debido al alto índice de mortandad, ya que 57 de cada 100 menores dentro de la clase trabajadora fallecían antes de cumplir cinco años.
Estas fotos fueron desapareciendo a mitad del siglo XX principalmente por cuestiones sanitarias, religiosas y en gran medida por la evolución de las máquinas y revelado instantáneo, que permitieron retratar a los niños desde el primer momento de la vida.
En la actualidad, difundir imágenes de un muerto se ha convertido en una práctica condenable, sin embargo, el Gobierno Municipal busca que se conozcan con este tipo de actividades, y así conservar la memoria histórica de Durango.
EL ÁNGEL DEL AMOR
El panteón Oriente de Durango alberga una tumba dedicada al niño Juan Contreras, en la cual está un ángel adornado de flores y en la parte superior tiene una placa de mármol para las inscripciones, sobre la cripta se puede apreciar un ángel niño descalzo y semidesnudo sosteniendo una cruz con los ojos muy abiertos.
Se trata de un niño conocido como 'Juanito' o el 'Ángel del Amor'. En esta tumba yace un niño milagroso, pues hay quien asegura que le ha cumplido milagros.
Las personas que visitan la tumba es para pedir ser escuchados y beneficiados. Son hombres y mujeres que van en busca del amor o la salud de sus seres queridos, además de mujeres que no pueden concebir y que acuden al lugar para que poder obtener el milagro de ser madres.
Los creyentes de esta escultura llevan veladoras para hacer sus peticiones, dejan cartas. Es muy común encontrar dulces, chocolates y demás artículos como regalo al niño por los favores recibidos.