El artista detrás de las portadas de Anagrama

Jorge Herralde, fundador de la editorial, compartió con MILENIO un texto sobre Angel Jové quien falleció el año pasado.

En 2006, Anagrama editó 'Las portadas de Ángel Jové'. (Foto: Especial)
Ciudad de México /

Muchas de las icónicas portadas de Anagrama fueron realizadas por Angel Jové (1940-2023) un artista multifacético y rebelde quien falleció el año pasado tras sufrir un ictus.

Jorge Herralde, fundador de la editorial, compartió con MILENIO un texto en honor a Jové, quien en 1972 realizó su primera portada para la biografía que Viktor Shklovski dedicó al poeta Maiakovski.

Sin embargo, fue hasta los años ochenta, cuando Ángel Jové comenzó a trabajar como portadista de la editorial, a la que dedicó algunas de sus creaciones más emblemáticas, como las series de libros de Thomas Bernhard o Kenzaburo Oé.

“Empecé a oír hablar de Angel Jové en los años sesenta. Cuatro jóvenes universitarios antifranquistas, Manolo Vázquez Montalbán, Salvador Clotas, Martí Capdevila y Ferran Fullà, estuvieron encerrados bastantes meses en la cárcel de Lérida. El director de la prisión tenía una hija, Sarita, entonces novia de Jové. Poco después de su regreso a la civilización, comentaban las enigmáticas pinturas de Jové, sus exposiciones en la Petite Gallerie; muy pronto, Cirici Pellicer, perspicaz crítico de arte e infatigable sabueso de lo nuevo (y de lo bueno de lo nuevo), lo aupó, al igual que a sus cómplices Jordi Galí, Silvia Gubern, Antoni Llena y Albert Porta (luego bautizado como Zush, tras su pase por el psiquiátrico). Quizás su más comentada exposición colectiva tuvo lugar en el Jardí dels Maduixers, en la casa de Silvia y Jordi, a finales de los sesenta. También llevaron a cabo las primeras experiencias de video en nuestro país”, escribe Herralde en su texto: “Apunte del artista a la contra”, que el editor leyó en el video “Homenaje a Ángel Jové”, el cual puede verse en YouTube.

El fundador de Anagrama menciona que Ángel Jové había debutado con el director de cine Bigas Luna, como protagonista de Bilbao, donde prestaba un look atípico como actor.

“Después fue también protagonista de Caniche, acompañó a Bigas en su experiencia americana de Reborn, hizo de asesino en Angustia, y luego lo dejó. Tan sólo hacía cameos, impagables (a su manera, con el mismo nivel de intensidad que un Christopher Walken), en películas de Bigas (no perderse la cutre orgía sadomaso de Las edades de Lulú), también de mi hermano Gonzalo, y de otros directores barceloneses. Escribió asimismo un excelente guión, que quedó encallado. Fin de trayecto cinematográfico”.

En los años ochenta, Jové empezó a colaborar asiduamente con Anagrama como portadista, en especial para las colecciones Panorama de narrativas, Narrativas hispánicas y Compactos.

“Y en cierta manera se ha convertido en nuestro ‘retratista de cámara’. A su aire, eso sí, respetando nosotros (qué remedio) sus periódicas desapariciones. La relación no siempre es fácil. Ángel pasaba muchos períodos solitarios, por lo que cuando reaparecía en sociedad y empezaba a discutir, su deporte favorito, temas preferidos: arte, política y cine; horóscopos, medicinas alternativas y orientalismos también eran, bien recibidos, podía ser un auténtico killer, había que tirar la toalla o escapar”, agrega el famosos editor.

Sin embargo, Jorge Herralde revela algunas discusiones con el artista sobre portadas, debido a su espíritu rebelde e inquieto.

“Yo también era muy testarudo. En los títulos decididamente minoritarios no ponía obstáculos a su pulsión sádica, tan certera por otra parte. Pero también había ciertos libros que precisaban una ilustración acogedora, que no provocara rechazos. En estos casos utilizábamos una contraseña: ‘Esta vez, una portada lustrosa, Ángel, please’. Lustrosas o no, Ángel se inventó muchísimas ilustraciones excepcionales. Así, por ejemplo, varias series de portadas de un mismo autor particularmente memorables, como las siete dedicadas a Thomas Bernhard o las cinco de Kenzaburo Oé. A los autores españoles se les mostraban las posibles ilustraciones, norma de la casa. Y en alguna rara ocasión se producía un rebote. Así, Félix de Azúa con su Historia de un idiota: la portada de Ángel para la edición de bolsillo era tan pertinente como repelente. Lo curioso es que Félix me sugirió después el pavoroso autorretrato de Picasso poco antes de morir, igualmente disuasorio. Finalmente llegamos a una (buena) solución de compromiso: un inquietante Schiele”

El editor cuenta que “a mediados de los ochenta, Jové celebró una amplia y memorable exposición en Vinçon, Barcelona y se organizó otra exposición en Madrid en la galería Moriarty, entonces el sanctasanctórum de la movida. Ángel fue a la galería el día de la inauguración y se largó el día después: cero contactos con la prensa, cero alianzas, cero conspiraciones, cero ventas. Fin del episodio. También el infatigable Pepo Sol intentó apadrinarlo durante una época. Se rindió”.

Finalmente Jorge Herralde señala a manera de posdata en su texto: “Durante un tiempo, muy de vez en cuando, Ángel me decía: ‘Habría que hacer un libro con mis portadas’. Me ilusionaba la idea, pero se cruzaban proyectos más urgentes, hasta que, con motivo de los treinta años de la editorial, me decidí. Luego, para que hiciera la selección de las ilustraciones, tuve que perseguirlo durante meses. Enérgicamente”.

En 2006, Anagrama editó Las portadas de Ángel Jové, una amplia selección de sus trabajos de ilustración, en el libro, Antoni Llena dice “la mejor pintura de Ángel Jové no tendrá que buscarse colgada de las paredes de los museos, sino impresa sobre los libros de Anagrama. No es que Ángel Jové se haya equivocado de sitio, ha encontrado el correcto”.

¿Quien fue Ángel Jové?

Nació en 1940 en Lleida, ciudad donde inició estudios de arquitectura. En 1964, formó el grupo Cogul, reivindicador primero del informalismo y después del arte pop. A mediados de los años sesenta, Jové introdujo el arte pobre en Cataluña trabajando con materiales cotidianos y poco convencionales. En esa época participó también en muchos de los eventos pioneros del arte conceptual en el país.

Su obra, muy experimental, indagaba en la construcción de volúmenes con materiales básicos como la cartulina, entre otros.

En los años setenta investigó las distintas posibilidades de la fotografía. A lo largo de su trayectoria, Jové ha transitado por la pintura, el cine, las instalaciones y el diseño. (Fuente: MACBA Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona)

PCL

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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