Ayer se presentó el Ciprés de la Catedral Metropolitana de Guadalajara ya restaurado y listo para que pueda ser admirado como una pieza más del Museo de Arte Sacro de dicho recinto.
Durante la presentación de la finalización de estos trabajos estuvieron presentes el equipo de restauradores de la firma Ara, autoridades eclesiásticas y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quienes estuvieron al tanto de una labor que duró cerca de tres años. Se trata de un monumento elaborado por el escultor italiano Javier Gandini elaborado con mármol de Carrara en Génova, Italia, en 1863. La pieza se colocó en la catedral hacia 1869, mide menos de ocho metros de altura y pesa entre 15 y 20 toneladas.
Durante la inauguración Francisco Robles Ortega, Cardenal de Guadalajara mencionó. “En la línea sucesora de los arzobispos de Guadalajara la Providencia me ha puesto a mí, en este momento que toca reconocer e inaugurar esta importante obra del altar de la catedral restaurado y puesto al disfrute de todo aquél que quiera contemplar yo quiero resaltar de lo que hemos oído en cuanto a la historia de esta obra. La causa por la que esta obra viene a colocarse aquí y viene a adquirir una importancia para la Iglesia de Guadalajara. La renovación litúrgica del Concilio Ecuménico Vaticano II, esto genera un deber para todos los edificios, adaptados a la renovación litúrgica que es la acción más grande de la iglesia para glorificar a Dios. Exigía adaptaciones en algunos casos mayores, pero esto nos aporta que podamos disfrutar del espacio de la iglesia en orden a la celebración de nuestra fe y este monumento era bello y era digno y valioso en el altar, sigue siendo hermoso y valioso pero en este nuevo sitio nos permite contemplarlo con mayor cercanía”.
Por su parte José María Muñoz Bonilla, coordinador Nacional de Centros INAH, destacó que la institución que él representa llevó a cabo “la supervisión, de manera respetuosa y respetando su integridad para que se le pudiera devolver los elementos originales”. Quiero agradecer y reconocer el trabajo de los compañeros del INAH que estuvieron al pendiente de dichos trabajos. El INAH en congruencia, está atento y cuidadoso de la protección de los bienes e inmuebles culturales de la nación mexicana. Aprovecho para destacar la magnifica relación que tenemos con el arzobispado de Guadalajara. Hemos tenido lazos no sólo con la restauración del altar mayor también en la restauración y los trabajos que se están llevando en la Catedral de Guadalajraa y nos hemos mantenido atentos y participativos desde el inicio del 2006 de las obras de construcción del Tren Ligero especialmente la parte que corresponde al tramo que pasa a un costado de la Catedral. Por ello el INAH les extiende un exhorto para trabajar en un programa permanente de conservación y restauración de los bienes e inmuebles de este majestuoso recinto. Nuestro deseo es que este trabajo lo podamos llevar a cabo en otros templos de la Diocesis que están bajo su responsabilidad”.
Eduardo Gómez Becerra, director del Museo de Arte Sacro recordó cómo se fue transformando el altar de Guadalajara, e hizo un recorrido histórico hasta el momento que se decidió remover el Ciprés.
Alberto Rodríguez, de la empresa Ara de restauración dio detalles de cómo fueron los trabajos de restauración, que se realizaron en dos etapas.
SRN