El contrabajo me ha dado todo en la vida: Carlos Maldonado

Entrevista

El músico lagunero e integrante de la banda de jazz Los Dorados, recuerda sus momentos más significantes con la música a lo largo de sus 40 años de vida.

Carlos Maldonado explica que cuando vivió en Torreón no había escuelas de música, a excepción de la que montó Juan Antonio Martínez “El Pichi”. (Espec
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

La distancia entre Montreal y Torreón la desdibuja la música del contrabajista Carlos Maldonado quien se aproximó a ella desde que ocupaba un pupitre de secundaria. 

Allí sus maestros lo echaban de la clase pues él percursionaba en la banca, recordándolo hoy como un acto incontenible que también su familia cuestionó hasta que no tuvo más remedio que admitir con alegría, que "Charles" tenía talento para la música.

Hoy vuelve al terruño con Los Dorados, quinteto de jazz que fusiona géneros musicales creando experiencias sonoras únicas partiendo del instrumento y la incursión en las nuevas tecnologías.

“Digamos que el destino, mi familia o mi mujer, me llevaron a otras tierras, ahora vivo en Montreal donde a raíz de este plan familiar surgió la idea de continuar los estudios, digo, porque tampoco es que tuviera tantas opciones allá, aunque sí hay trayectoria en México".

 Fueron 15 años viviendo en la Ciudad de México como músico activo haciendo sesiones de grabación para películas, para discos; tours con bandas de jazz, de rock, indie, pop, y ahora en Montreal terminé mi carrera de Jazz performance y estoy comenzando la maestría este otoño”.

Concentrado en la Universidad McGill, Maldonado dice que se siente afortunado de continuar estudiando porque además del rock and roll, estar de gira o grabando, siempre se mantiene investigando y conociendo su instrumento favorito, el contrabajo, aunque con Los Dorados tocará con un bajo eléctrico, siendo el primer instrumento al que se acercó a la edad de 12 años.

“Ahora voy a cumplir 40 y ese instrumento me ha dado todo en la vida”, dijo, y precisó que que para la masterclass programada en Torreón, abordará con los asistentes el calentamiento previo al instrumento, hasta el cómo llegar a ser un músico creativo.

“Puede ser todo el día o cuatro horas, no es establecido como un horario de oficina, pero lo que sí te puedo decir es que es la mayor parte del tiempo: soy instrumentista, soy compositor, también improvisador pero principalmente el bajo es por lo que generalmente la gente me llama, los colegas para grabar o tocar”. 

OTROS TIEMPOS

Carlos Maldonado explica que cuando vivió en Torreón no había escuelas de música, a excepción de la que montó Juan Antonio Martínez “El Pichi”, donde aprendió solfeo y armonía, es decir, fundamentos musicales pero que fue algo muy valioso para Charles porque cuando llegó a la Ciudad de México le fue fácil incorporarse a la clases.

“No tenía que matarme, ya tenía un oído entrenado y con bases de teoría gracias a Juan Antonio y de esa manera fue fácil la universidad. Fue algo natural porque el bajo lo empecé a tocar como muchos… yo tocaba la batería por instinto de niño, era muy musical antes de poder tener un instrumento, me gustaba mucho bailar y tocar la batería viendo los videos, sabiendo que el bombo se toca con el pie derecho y los hit hat con el izquierdo, así viendo a los músicos tocar".

El momento que recuerda como fundamental para asumir su oficio fue cuando Demian y Carlos, amigos de la secundaria, pasaron por él para ir a ‘palomear’ con un amigo baterista. Las rolas eran las de Pantera, Metallica y Sepultura. El año 1992. El "Lengua", un amigo, tenía un cuarto en la azotea sobre taller mecánico de su papá y ahí se ponían a tocar.

“Yo fui a ver, entre comillas, pero recuerdo que el cuate como que no le salía la rola y le dice Carlos a su amigo, ‘A ver, dale chance a Charles’, yo me subí y la pude tocar sin haber tenido una batería nunca, es por eso que creo que la música ya estaba ahí, desde antes de ser músico, y tiene sentido porque eso fue lo que me facilitó mucho el empezar a estudiar de manera individual; el haber tenido el oído en el ritmo antes de haber tenido un instrumento me causó ese deseo como incontrolable por tocar”.

De familia numerosa, un amigo le prestó el bajo de un tío, el instrumento había sido abandonado y Carlos comenzó a sacar canciones. Luego vendrían las tocadas, y finalmente la definición musical que aceptó su familia como una vocación con la que nació.

LAS MÁS VISTAS