Muchas historias son las que se cuentan en Bermejillo, Durango. La que más llama la atención entre los habitantes, es la de que los revolucionarios enterraban el dinero, por órdenes de Francisco Villa, en las cercanías de lo que antes funcionaba como estación ferroviaria.
Miguel señala, por versión de madre que conoce de la leyenda que surgió en la comunidad hace muchos años, que los caudillos de Pancho Villa colgaban a los soldados que hacían prisioneros, utilizando el punto conocido como 'Cuatro Caminos'.
Se tiene conocimiento que Villa tenía un cuartel general en las cercanías de la estación, donde se encontraba la llamada 'Casona' y al lado estaba el pozo para extracción de agua, que utilizaban para preparación de alimentos, consumo personal y para los caballos.
El dinero que iban recaudando en sectores donde les ganaban a los militares del gobierno, lo enterraban en los alrededores de la 'Casona', lo que sólo conocían personas de confianza de Villa.
Durante la época revolucionaria donde se dieron crueles batallas, se dice que murieron quienes sabían donde se encontraba el dinero y al paso del tiempo todo fue quedando en el olvido, surgiendo posteriormente la leyenda de los tesoros ocultos.
Los rumores fueron creciendo con el paso de los años y con ello la esperanza de que alguna persona localizara el lugar exacto de donde enterraron el dinero.
Hasta el momento no se sabe de un hallazgo, por lo que sólo podría ser una leyenda más que dejó el paso del General Francisco Villa, del que indican tenía en Bermejillo, un contingente de 10 mil revolucionarios que influyeron y participaron para la toma de Torreón.