En días recientes, supimos la noticia de que 2016 había sido el año más caluroso de la historia. Además, la administración de Donald Trump ha negado sistemáticamente el fenómeno del cambio climático y ha impuesto una estricta censura sobre el tema entre las dependencias gubernamentales a su cargo. En Chile, miles de hectáreas han sido arrasadas por terribles incendios forestales.
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Ante este panorama sombrío y preocupante, MILENIO entrevistó al doctor Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Planeación y Política Ambiental de Semarnat, quien es una de las máximas autoridades sobre el tema del cambio climático en nuestro país. Aquí sus respuestas.
MILENIO: ¿Cómo se llegó a esa conclusión de que 2016 había sido el año más caluroso de la historia?
Dr. Rodolfo Lacy: La NASA y la NOAA —Administración Nacional Oceánica y Atmosférica— son dos organismos estadunidenses de vigilancia planetaria que cuentan con instrumentos para monitorear las condiciones ambientales del planeta y medir la temperatura. La NOAA —que trabaja con la Asociación Mundial de Meteorología— tiene una red de 6800 estaciones climáticas terrestres, marinas y en los polos, así que cuentan con un registro confiable de las temperaturas mundiales durante toda la segunda mitad del siglo XX. Esto les ha permitido comparar las temperaturas de lo que va de este siglo con la de la segunda mitad del siglo pasado y darse cuenta de que los últimos tres años han roto, consecutivamente, los récords de las temperaturas más altas.
Esto es preocupante porque parece ser una tendencia no reversible y de aceleración de calentamiento de la Tierra. La NASA y la NOAA afirman que esto se debe, entre otros factores, al incremento en la concentración de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, en la atmósfera. Es decir, es un fenómeno claramente ligado a la actividad humana. Esto coincide con el reporte del panel intergubernamental del cambio climático de la ONU, y hay un 95% de certeza de los datos y del origen del problema.
M: ¿Qué tanto puede atribuirse el aumento de la temperatura a una fluctuación natural y qué tanto a la actividad humana?
RL. Para entender esto, quizá sirva un ejemplo: si tienes un vaso de agua y le añades unos granos de sal, el agua se torna salada y no la podrás tomar; algo similar sucede con el CO2 en la atmósfera, pues se trata de una molécula que es capaz de acumular calor. Entonces, la acción conjunta de la concentración de CO2 en la atmósfera y la radiación del sol hacen que se acumule calor en la atmósfera. [OBJECT]
Hay quienes afirman que el cambio climático no existe. Sabemos quiénes con. Pero tal afirmación es tan absurda como lo sería negar que existen grandes volúmenes de agua salada porque yo nunca he ido al mar y porque todos los días llueve agua clara y potable.
En el mundo hay regiones que se calientan y otras que se enfrían. En el caso de México todo el territorio se ha calentado, particularmente el noroeste de nuestro país —una zona desértica—, en niveles más allá de un grado anual por tres años consecutivos. Esto genera múltiples estreses, tanto bióticos como ecosistémicos, por la falta de agua y por el cambio de temperatura, lo que afecta los cultivos y la vida cotidiana.
M. Ante este panorama, ¿qué tanto nos debemos preocuparnos?
Nosotros pensábamos que el cambio climático sucedería gradualmente y a lo largo del siglo, que nuestra generación no iba a presenciar los fenómenos climáticos de no retorno. Pero ya está sucediendo. Los fenómenos hidrometeorológicos se están dando con mucha mayor frecuencia, intensidad y distribución a nivel planetario. En México, estamos sufriendo cambios de ciclos vegetales y hemos perdido costas. Y aunque es un asunto de alerta, existe la Ley General de Cambio Climático y tenemos estrategias. En resumen, México ha hecho su tarea.
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Entonces, ¿hablamos ya de un proceso de cambio climático no reversible?
Así es. Al menos, en nuestra generación. Nosotros no veremos un retorno a las condiciones climáticas del siglo pasado. No hay posibilidades físico-químicas en la atmósfera para lograrlo. El calor del aire se trasmite hacia los océanos, y la acumulación de calor oceánico hace irreversible este sobrecalentamiento de la Tierra.
De seguir esta tendencia, ¿qué podemos esperar en los próximos cinco o diez años?
Fenómenos hidrometeorológicos más extremos y frecuentes; por ejemplo, en la intensidad y la frecuencia de los huracanes. Y eso es irreversible, así que los próximos huracanes serán más intensos y empezarán a presentarse más hacia el norte, ya que la franja de calentamiento ecuatorial está expandiéndose. Y también los fenómenos de “El niño” y de “La niña” crearán condiciones exacerbadas de temperatura tanto en los océanos como en la tierra.
En Chile, por ejemplo, están sufriendo los peores incendios forestales que han tenido en veinte años, y hay una gran mortandad de peces por marea roja y por incremento de la temperatura del mar, lo que ha impactado en una reducción del 30% en su actividad pesquera y en su producto interno bruto. Y si ahora es Chile, mañana podría ser Brasil o China. O México. No hemos dejado de tener huracanes violentísimos después de “Patricia”, el más poderoso en la historia de la humanidad. Estamos ante fenómenos que jamás pensaríamos que veríamos. Ignoramos las consecuencias de nuestros actos. Pensamos que podemos controlar el planeta y no es así.
¿Qué se puede hacer a escala países, gobiernos, local y un ciudadano común?
Ya se firmó el Acuerdo de París, y eso nos marca una hoja de ruta. Ya tenemos tareas y compromisos a realizar, como reducir nuestras emisiones. Y en este momento de crisis energética y política internacional, los ciudadanos comunes debemos ser más eficientes con el uso de la energía: usar menos el auto, migrar hacia energía solar para calentar el agua y usar gas natural en los autos.
La postura de Trump con respecto al cambio climático, ¿qué efectos puede tener?
Durante la administración de Obama, Estados Unidos fue uno de los países que más impulsó el Acuerdo de París. Ahora con Trump, revierte todo esto para proteger a la industria del carbón y la industria eléctrica, así que se espera un incremento en las emisiones provenientes de los Estados Unidos. Esto nos puede llevar a escenarios de un calentamiento de hasta cuatro grados centígrados. Es decir, el ‘efecto Trump’ podría representar un aumento de un grado centígrado al año en la temperatura del planeta. De ese tamaño es la irresponsabilidad de ese gobierno.
Además, tenemos “censura climática”. Trump eliminó el término cambio climático no sólo de la página de la Casa Blanca, sino de otras dependencias públicas. Y dado que los Estados Unidos son el país con más instrumentos de monitoreo del cambio climático, sería una gran pérdida para la humanidad dejar de contar con esa información por un problema de entendimiento y raciocinio de su presidente.
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Finalmente, ¿dónde se puede obtener información confiable y fidedigna con respecto al cambio climático?
En la página de la ONU existe un apartado sobre la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) o bien, la página del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). También la sección de cambio climático de la NASA y de la NOAA. Además, está la página oficial de México ante el cambio climático, que forma con información estadística sólida y certera.
FM