La historia del flamenco y la de Ana Frank tienen algo en común: tanto la disciplina artística como la niña fueron perseguidas políticas, dice la bailaora de Islas Canarias María Juncal, quien se presentará el próximo 26 de febrero en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México con la coreografía El encierro de Ana Frank.
"Los gitanos han sido un pueblo perseguido. Una de sus formas de expresión ha estado al lado de su cante y su baile. La música es lo único que los ha ayudado a seguir adelante", comenta la artista canaria, que el año pasado dirigiera el proyecto Bailemos Flamenco.
El espectáculo —que originalmente se estrenó en Eindhoven, Holanda, en 2010, a media hora de Ámsterdam, donde se encuentra la casa de Ana Frank— está dedicado a los inocentes, a las personas que fueron víctimas de la Segunda Guerra Mundial.
"Para mí este trabajo es delicado. Cuando lo hice busqué que no estuviera sobreactuado. Afortunadamente el personaje me condujo a hacer una propuesta novedosa", menciona Juncal en una conferencia telefónica desde Madrid.
La puesta en escena surgió cuando una amiga suya —la bailarina mexicana Jessica Sandoval— la invitó a ver un espectáculo de danza contemporánea dedicado a Ana Frank, dirigido por Gladiola Orozco y Michel Descombey: "Al terminar de ver la obra pensé en hacer algo similar pero con el flamenco", recuerda Juncal.
Después de hablar con Descombey al respecto, y de que éste aprobara su idea, trabajó en un primer proyecto que duraba 15 minutos, y el cual presentó en un estudio de España. Después de un tiempo y, como dice ella, "de guiones tirados a la basura", estrenó el espectáculo en 2010 en Eindhoven, causando mucha incertidumbre.
"Me fue muy bien, aunque al principio había mucho escepticismo, pues la gente se preguntaba: "¿Cómo una bailarina de flamenco va a presentar algo sobre Ana Frank?". Afortunadamente gustó mucho, y el 4 de marzo de 2014 me invitaron a actuar en las actividades conmemorativas por la Segunda Guerra Mundial", explica Juncal, quien empezó a bailar profesionalmente a los 16 años.
Después del estreno, María Juncal ha presentado la coreografía en Bélgica, Dinamarca y nuevamente Holanda, "donde la figura de Frank ha tenido una gran aceptación, por lo que la obra fue bien recibida", dice la ganadora del Premio Nacional de Danza Flamenca Antonio Gades en Córdoba.
Al cuestionarle cómo fue su primer acercamiento al libro El diario de Ana Frank, la también coreógrafa respondió: "La primera vez que tuve el diario en mis manos no lo leí por completo. Solo buscaba los fragmentos que a mí me llamaban la atención. Uno de ellos era sobre esa niña que trascendía los muros en los que estaba encerrada para poder vivir".
Una vez que decidió hacer la obra, cuenta la bailaora, ya no leyó el libro. Sin embargo, cada vez que iba a algún lugar o tomaba un avión alguien lo tenía en sus manos.
La obra trata del momento en que Frank y su familia permanecen encerrados. Es una gran historia: "Su voz ha sido un referente en cuanto a la forma de vivir. Representa a las víctimas del mundo", dice.
Sobre su presentación en el Palacio de Bellas Artes, dice estar nerviosa: "Pienso en ello y se me vuelca el corazón. He estado en otros lugares, como el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, pero no tienen comparación. Estar en ese escenario significa respaldar mi carrera. Quiero estar a la altura del público".