El interior de la Luna tiene agua, aseguran científicos

Investigadores de la Universidad de Brown detectaron rastros de agua en la ceniza y piedras volcánicas de la superficie lunar. 

Ciudad de México /

La Luna podría no estar tan seca como se creía. Científicos de la Universidad de Brown encontraron pequeños fragmentos de agua solidificada en la ceniza y piedras volcánicas de la superficie del satélite natural.

Según lo publicado en la revista Nature Geoscience, Ralph Milliken, investigador principal del estudio que hizo el departamento de Ciencias Planetarias, de la Tierra y Medioambientales de la Universidad de Brown, la presencia de agua en los depósitos volcánicos “sugiere que el interior de la Luna es húmedo”.

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Se considera que el agua tendría forma de cristales formados por una explosión de magma procedente del interior profundo de la Luna.

En entrevista con CNN, Milliken dijo que las rocas volcánicas no contienen mucha agua y que tanto la ceniza como las piedras cubren grandes superficies, por lo que el agua puede estar presente a varios kilómetros de profundidad.

Los investigadores hallaron evidencia de agua en casi todos los depósitos piroclásticos (materiales emitidos por algún tipo de explosión volcánica) observados y mapeados, incluso de los que están cerca del lugar de aterrizaje de las misiones Apollo 15 y 17, donde se recogieron muestras de cristales.

"La distribución de estos depósitos ricos en agua es la clave", dijo Milliken.

Shuai Li, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Hawaii, dijo en un comunicado que la evidencia de agua dentro de la Luna “sugiere que de alguna manera ha sobrevivido o que llegó poco tiempo después del impacto de los asteroides y la solidificación de la Luna”. Y aseguró que el origen del agua sigue siendo una gran interrogante.

La idea de que el interior de la Luna es rico en agua plantea interrogantes interesantes sobre la formación del satélite, puesto que los científicos estiman que se creó por los restos dejados cuando un objeto del tamaño de Marte chocó contra la Tierra en las primeras etapas de la historia del Sistema Solar.

Una de las razones por la que los expertos habían asumido que el interior de la Luna era seco es que parece improbable que el hidrógeno necesario para la formación de agua pudiera haber sobrevivido al calor del impacto, indica la investigación.

Para la detección de agua en los depósitos volcánicos se utilizaron espectrómetros orbitales, que ayudan a medir la luz que rebota de la superficie lunar a fin de conocer componentes o minerales que pueda haber en el satélite.

En 2009, la NASA publicó un estudio en el que reveló que en los ambientes rocosos y en cráteres, se había encontrado presencia de agua, sin embargo era muy pequeña, pues de acuerdo con la investigación, de una tonelada de superficie lunar se podían obtener sólo 32 onzas de agua (menos de un litro).

Cuando la misión Apollo llegó a la Luna en 1969, los científicos consideraban al satélite como un lugar seco; al regreso de la sonda, se estudiaron varias muestras en las que se encontró agua, sin embargo fueron desechadas por considerarlas contaminadas durante el proceso.


Con información de EFE

mrf

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