El jazz puede unir naciones: Chuck Bergeron

“El sistema de clases está regresando a Estados Unidos: los más privilegiados tienen la mejor educación”, dice el contrabajista que participa en elJalisco Jazz Festival

El contrabajista y jazzista participa en el Jalisco Jazz Festival.
Editorial Milenio
Guadalajara /

Haber sido integrante de las big bands de Buddy Rich y Woody Herman es uno de los orgullos del contrabajista Churck Bergeron. Lo mismo que sus grabaciones y conciertos con Joe Williams, Randy Brecker, Stan Getz, Jon Hendricks, Larry Corryel y muchos otros, por no hablar de sus cinco discos como líder y los premios que le ha otorgado la Sociedad de Compositores, Autores y Editores de Estados Unidos (ASCAP, por sus siglas en inglés).

Pero el contrabajista y bajista nativo de Nueva Orleáns no viene al Jalisco Jazz Festival a hablar de sus logros, sino a impartir los conocimientos que lo han convertido en un gran músico. Director del programa de jazz de la Universidad de Miami, donde también da clases de su instrumento y de historia del género, Bergeron es un apasionado defensor de la enseñanza que goza de compartir sus hallazgos con los jóvenes.

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[OBJECT]El contrabajista dice en entrevista que la pedagogía en el jazz se ha desarrollado con el paso de los años. “La educación del jazz antes era de tradición oral: escuchar discos y luego tratar de emularlos. Pero desde los años setenta la enseñanza del jazz entró a los sistemas educativos y ahora los alumnos estudian con un acercamiento semejante al de los músicos clásicos cuando estudian a Bach o Beethoven”.

No obstante, advierte, “si bien tenemos libros de texto y nuevos métodos de pedagogía, todavía es lo mismo: escuchemos grabaciones de los maestros, analicemos en los salones de clase lo que están haciendo y luego llevemos ese conocimiento a nuestros ensambles. Yo no diría que ha cambiado el concepto, sino la pedagogía para lograrlo”.


Actualmente Estados Unidos vive una época difícil en materia económica y política, lo que se refleja en el tipo de educación que se imparte. Bergerson considera que la brecha entre la educación pública y la privada es más grande. “Cada vez es más difícil acceder a la educación, para algunos es inalcanzable. Los grandes problemas económicos están afectando no sólo a los programas de educación del jazz, sino a la educación en general. Bernie Sanders, quién contendió por la presidencia el año pasado, proponía buscar la manera de hacer la educación gratuita”.

[OBJECT]Para el bajista es preciso encontrar la manera de que toda la educación sea gratuita. “Vemos que el sistema de clases está regresando a Estados Unidos: los más privilegiados económicamente tienen la mejor educación, mientras que el resto recibe algo que está por debajo de los estándares. Es el momento en que nuestros gobiernos deben hacer algo. Eso es algo que me preocupa mucho”.

Enseñar jazz no sólo tiene que ver con el instrumento, con la música en sí, asegura Bergerson. “Estamos tratando de enseñarles sobre jazz y la música en general, pero también sobre cuestiones de cultura de Estados Unidos y de otras naciones. No hay una mejor manera de discutir el tema de la diversidad, que a través de la música de jazz. Lo vemos aquí: maestros de diversas naciones, unidos en un bien común a través de la enseñanza del jazz”.

Con buen humor, Bergerson comenta que, entre más viejo, más difícil le resulta definir su música. “A mí me gustan muchos estilos de música, así que acabas por incorporarlo en todo lo que escribes, en lo que tocas. En mi caso, le llamaría música improvisada, o semimprovisada, porque mucho de lo que toco es de grandes compositores del jazz y para mí es un honor improvisar sobre lo que ellos escribieron. En el Jalisco Jazz Festival tocarán algo de la música que he escrito para formato de big band”.


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