Desde hace 18 años, Cristina Fuentes La Roche está encargada de la estrategia de desarrollo global del Hay Festival y gestiona las ediciones en Colombia, México, Perú, Estados Unidos y España.
Vía telefónica desde Londres, la directora internacional del Hay Festival habla con MILENIO sobre la octava edición, que se llevará a cabo del 7 al 10 de septiembre en Querétaro.
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—A pocos días del inicio, ¿estás nerviosa?
Ya es la octava edición y el festival se realiza en un lugar que conocemos bien y con el que trabajamos muy a gusto. Claro, siempre suceden esas cosquillas. Todo marcha como lo planeado, la gente ya está reservando entradas para las charlas y estamos listos.
—¿Cómo ves la respuesta del público para esta edición?
El año pasado ya se pudo realizar un festival bastante normal, sin restricciones, subió la demanda y esto continúa ahora. Yo creo que la gente tiene ganas de encontrarse y conversar. Lo que sí hemos notado es que los autores viajan menos y si lo hacen, quieren hacer más cosas, aprovechar su visita a México para ir a otro país de América Latina. Tal vez cuesta un poco más convencerlos de viajar, pero aun así hemos logrado una programación de lujo.
—¿Cuál ha sido el mayor reto para el Hay Festival en México?
En México llevamos alrededor de 14 años. Los primeros retos fueron encontrar una sede fija como tenemos en otras partes. Empezamos en 2010 en Zacatecas y tuvimos un primer año estupendo con ayuda del gobierno, sin embargo, la situación se volvió complicada. Luego fuimos a Xalapa, muy interesante, pero se complicó todo por temas políticos y de seguridad. Luego tuvimos las transiciones en México y finalmente encontramos en Querétaro una sede estupenda, no solo cultural, histórica y arquitectónica, sino vital, humana, única y también un municipio abierto a la cultura.
—¿Recibieron los apoyos necesarios?
Las autoridades han tenido la visión política de darse cuenta de la importancia de la cultura como generador de unión, de cohesión social y el alcalde de Querétaro, Luis Bernardo Nava Guerrero, nos apoyó mucho, incluso en épocas de pandemia cuando se recortaba todo, pero él continuó apoyando el festival en digital, lo que valoramos muchísimo.
—¿Encontraron un “hogar” en Querétaro?
Considero que estamos en muy buena posición en Querétaro, le viene muy bien un Hay Festival y es una ciudad fabulosa que está creciendo mucho, tiene que cuidar su patrimonio histórico, su pasado y, al mismo tiempo, imaginarse su futuro a pasos forzados.
—¿Un reto será la continuidad en la ciudad?
Sí, claro. Dependemos mucho de los apoyos del municipio, estatales, privados, pero llevamos ocho años estupendos creciendo en audiencias, en impacto, en diversidad de programación, en eventos para jóvenes y para niños. El año que viene es de elecciones y habrá que ver el nuevo municipio, pero tenemos toda la esperanza de que todo esto continúe porque el festival está muy arraigado en Querétaro.
—¿Qué se necesita para que un festival deje un legado?
Para que deje un legado real, tangible, sin duda debe haber continuidad, la sostenibilidad de que se realice cada año porque tiene mucha más influencia y efecto después de los cuatro o cinco días que se realiza. A raíz del festival se generan dinámicas duras en la ciudad, hay proyectos que van todo el año y se generan otros. Creo que Querétaro ya se siente dueña, en el mejor sentido de la palabra, del Hay Festival y lo aprovecha todo el año y todos los días.
—¿Y el público?
Ya están totalmente acostumbrados a lo presencial, pero también hemos notado que continúan el deseo de lo digital, por eso haremos streaming en vivo y tenemos un público digital tanto en México como en América Latina, y valoran mucho esa posibilidad de poder disfrutar el Hay Festival de esta manera durante el evento y después.
—¿Qué eventos no podemos perdernos?
¡Todos! Uno muy interesante es el del escritor Hernán Díaz con su novela Fortuna, que ganó un Pulitzer; los temas de ciencia; hay que ver a Andrea Echeverry; la presencia de Paul Simonon de The Clash; escuchar al cineasta Fernando León de Aranoa, que va presentar un documental sobre Joaquín Sabina; Juan Villoro; Guillermo Arriaga. Yo siempre animo a la gente a que escuche a los grandes nombres y también que se anime a escuchar algo nuevo, un autor de otro país como Ucrania, que estará presente, y hay muchas sorpresas para todos.
—¿Qué le dirías al público para que vaya al Hay Festival?
Son charlas abiertas para un público amplio, de mucha calidad, pero de formatos inclusivos, no hace falta conocer a los autores o su obra para disfrutar de sus ideas, uno puede llegar a los libros después. Realmente lo único que hace falta es poner curiosidad porque hablamos de temas que nos importan a todos: la vida, el cambio climático, los retos que tenemos, ver el mundo desde diferentes ángulos y perspectivas; realmente es un regalo al alma y a uno mismo.
PCL