El misterio del Santo Niño de Tongo

Leyenda de La Laguna

La Leyenda se origina en 1840, cuando Margarita originaria de Lerdo, se topa a una pareja de ancianos, que le pide cuidar a un niño que se encontraba dormido envuelto en unas sábanas.

Se ha comentado que por las mañanas los zapatos del Santo amanecen manchados de tierra. (Saúl González)
Isis Rábago
Lerdo, Durango /

El Santo Niño del Tongo es una leyenda que da identidad a los lerdenses, su historia es tan estremecedora como atractiva para quienes no la han escuchado, pero una vez que lo hacen, terminan visitando su imagen resguardada en un altar al interior de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. 

Aunque para los historiadores hay una que guarda un secreto aún más oscuro.

La leyenda se origina en 1840, cuando Margarita Rojas originaria de Lerdo, junto con un grupo de amigos, paseaba en un paraje de San Pedro del Tongo, Nazas Durango.

Al momento de regresar al en ese entonces Rancho de San Fernando, se encuentran a dos ancianos quienes les pidieron, cuidar un niño que se encontraba dormido envuelto en unas sábanas, porque debían salir de urgencia. 

Las jóvenes aceptaron, sin embargo, la pareja nunca regresó y a la mañana siguiente al momento de considerar retirarse, acudieron con el niño y vieron que no era de carne y hueso, sino sólido como de porcelana.

“Se lo traen a Lerdo y se empieza a propagar la noticia entre toda la gente, del Santo Niño del Tongo, el cual estaba en la casa de Margarita Rojas, donde lo veneraban en un altar y al que acudía mucha gente, sobre todos los enfermos para que los curara” detalló José Jesús Vargas Garza historiador de Lerdo y quien ha estudiado el suceso.

De acuerdo con la historia en 1898 llegan unos padres católicos y los feligreses les informan sobre la existencia de ese niño, por lo cual deciden conocerlo. Margarita se opone a entregarlo, pero al final obedeciendo las leyes católicas lo hace.

Aunque se dice que no entrega al original sino a una réplica que había mandado a hacer, por miedo a que se lo quitaran durante las peregrinaciones, destacó Vargas Garza.

Debido a su desobediencia inicial, Margarita fue acreedora a una penitencia, la cual consistía en rezar Padres Nuestros y Aves Marías mientras caminaba de ida y regreso al Panteón Municipal durante varios días, periodo en el que la gente empezó a rumorar que perdió la razón, pues al regresar del camposanto, lloraba y gritaba por su niño.

El historiador señala que desde ese momento, la iglesia antes San Fernando Rey, ahora Sagrado Corazón de Jesús, se encuentra la réplica.

Pero los hechos más tenebrosos de la historia, surgen con los sucesos que han comentado los actuales dueños, quienes aseguran que a veces durante las mañanas, los zapatos del Santo Niño del Tongo, tiene fango o tierra, como si hubiera salido a recorrer la ciudad, lo cual ha asustado a más de un ciudadano.

Aunque en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, no se encuentra la imagen original, de acuerdo con José Jesús Vargas, con el paso del tiempo los rumores se han extendido al grado de que la gente asegura que también sale de su altar durante las noches.


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