Los clamores de ¡El premio mayor! que por décadas resonaron en la Lotería Nacional (Lotenal) podrían llegar a su fin, pues los daños estructurales del edificio “El Moro”— sede de los sorteos— lo han convertido en una bomba de tiempo.
“Existe el riesgo de pérdida del edificio de valor patrimonial, histórico, cultural y artístico”; reconoció Lotenal en documentos a los que MILENIO tuvo acceso y en los cuales urge la revisión y reforzamiento del irreemplazable inmueble. “No hay un edificio que pueda sustituirlo”.
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Los inicios del patrimonio
La Lotería Nacional había brincado de casona en casona, edificio en edificio y predio en predio para establecerse oficialmente. Una tarea que en los años 20 y 30 resultaba compleja para el proyecto creado y dedicado a cualquier clase social; a todo el pueblo. Pero todo cambió a inicios de 1930.
Los pliegos del papel comenzaron a membretarse con el proyecto que finalmente prometía una sede oficial de la Lotenal: un edificio de cinco pisos de alto y dos de sótano bautizado entre las y los trabajadores como “El Moro”.
Muchas son las versiones que hay del apodo al edificio que hoy decora la esquina de Bucareli y Paseo de la Reforma. Algunas lo aluden a que su construcción se hizo donde alguna vez hubo una tienda morisca; otras sostienen que proviene del Kiosco Morisco, actualmente situado en Santa María Ribera, cuando en éste se hacían sorteos y anuncios de lotería.
El proyecto inicial recibió ‘visto bueno’ del entonces presidente Lázaro Cárdenas para que, en lugar de cinco, tuviera 20 pisos superando así el máximo estipulado en la ley de aquella época. Pero la construcción no sería tarea fácil, el suelo inestable de la capital requería tecnología especial para levantar el ambicioso diseño de los arquitectos Manuel Ortiz Monasterio, Bernardo Calderón y Luis Ávila.
Las líneas rectas del estilo Art Déco con el que se planeó la imponente fachada convirtieron al inmueble en el más emblemático de esa expresión arquitectónica en México. Y no suficiente con ello, su construcción fue pionera para la edificación de rascacielos en zonas sísmicas y suelos fangosos.
El rascacielos antisísmico
Fue el ingeniero José Antonio “El Loco” Cuevas quien, ante el exceso de agua que provocaba la elevación en el terreno, proyectó implementar un nuevo y atrevido sistema de cimentación: el “Sistema de Flotación Elástica”.
El mecanismo ‘mataba a dos pájaros de un tiro’, pues además de facilitar la cimentación en el suelo fangoso también atendía la supervivencia del rascacielos en una ciudad altamente sísmica.
El Sistema de Flotación Elástica cambió el proyecto de 20 pisos y dos de sótano, a un edificio de 17 pisos superiores, uno subterráneo, un entre piso y una planta baja. Dicha estructura estaría soportada por 180 pilas de concreto y acero capaces de penetrar una profundidad de 55 metros, llegando así a un suelo más firme y rocoso.
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La construcción del emblemático inmueble duró 13 años. Inició en 1933 y no fue hasta 1942 que se inició el montaje de las estructuras del Salón Principal y el acondicionamiento del Salón de Sorteos; en 1946 finalmente abrió sus puertas al público, siendo el primero y más alto edificio de su tipo de la época.
Desde entonces “El Moro” ha soportado la fuerza de los sismos más fuertes registrados en la Ciudad de México (como los de 1957, 1985 o 2017), pero con importantes daños en su opulenta coraza que hoy en día comienza a cobrar factura.
“Este inmueble tras el paso de los años ha soportado diversos terremotos (...) Derivado de ello, sufrió afectaciones estructurales ocasionando su desalojo”, reconoció Lotenal en los documentos a los que MILENIO pudo acceder.
En la cuerda floja
La Lotería Nacional habría solicitado a la Secretaría de Hacienda 8 millones 309 mil 47 pesos para realizar estudios de reforzamiento, con el fin de analizar el daño estructural y de cimentación para su eventual rehabilitación.
Y es que en los reportes se reconoce que las afectaciones hacen al histórico edificio un riesgo latente a sus usuarios, visitantes, servidores públicos e incluso a las y los transeúntes que caminan a sus alrededores.
“Por lo cual se considera una necesidad de carácter prioritario emprender las acciones correspondientes para realizar el proyecto”, se subraya en el documento “Proyecto Ejecutivo para la Rehabilitación, Preservación y Reforzamiento Estructural del Edificio ‘El Moro’”.
Del presupuesto solicitado 3 millones 283 mil 717 pesos se destinarán a los estudios de revisión. A ello se requirió otros 3 millones 836 mil 137 pesos para los análisis de rehabilitación y de todas las áreas, desde sistemas de control de fuego, hidráulicos y hasta de control de voz para realizar los trabajos necesarios.
ASG