La Ciudad de México inicia en el World Trade Center. Al menos así lo ve el artista británico Stephen Wiltshire, diagnosticado con autismo desde los 5 años, quien ayer comenzó a dibujar una panorámica de la capital del país.
A Wiltshire solo le bastan 30 minutos de sobrevuelo por una ciudad para después dibujarla de memoria, a detalle. La Ciudad de México será la primera de latinoamérica que plasme en un lienzo, y este viaje decidió iniciarlo en ese edificio de la colonia Nápoles, el WTC, porque le encantan los rascacielos.
Se sentó frente al papel de algodón montado en un muro de cuatro metros por uno, se puso sus audífonos y el soul de Al Green con "Let's Stay Together" empezó a sonar en su cabeza: su mundo, pues, con sus primeros trazos estaban en marcha. Apenas pasaban las 10 de la mañana. Arte en progreso. Esa frase se leía al reverso de la playera blanca del artista británico (Londres, 24 de abril 1974), quien no habló hasta los nueve años, y que a la fecha prefiere que su voz se exprese a través de sus plumones Staedler color negro.
Mientras dibujaba, Wiltshire solo intercambió algunas palabras con su hermana Annete, sentada a un costado del lienzo, ocasionalmente volteó a saludar a los visitantes —en su mayoría niños— que fueron a la Torre Bancomer a apreciar su trabajo, y es que lo tenían a un metro de distancia si acaso.
En el lobby de este edificio, que se encuentra sobre Paseo de la Reforma, también está expuesta una decena de dibujos del artista londinense, quien que ya capturó también las ciudades de Roma, Tokio, París, Sídney, Hong Kong, Dubái, Madrid, y su predilecta, Nueva York. Su obra le valió ser condecorado hace 10 años como Miembro de la Orden del Imperio Británico por el príncipe Carlos de Inglaterra.
A las 2 de la tarde hizo un receso para comer y descansar un momento. Una hora después comenzó una serie de entrevistas con medios nacionales. Wiltshire habla poco, lento, es llamativa la forma en que la mirada se distrae cuando le hablan. Entonces su hermana complementa algunas respuestas.
Es hora de regresar al lobby, donde estará pintando la Ciudad de México desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde del próximo viernes, cuando se prevé que concluya la panorámica. Mañana tal vez hará una pausa mayor, cuando el jefe de Gobierno de la CdMx, Miguel Ángel Mancera, lo nombré huésped distinguido.
Son las cinco de la tarde, el artista británico se levanta del banco, se mueve un poco la gorra que no se quitó en todas estas horas y su hermana Annete, quien en la mañana le ayudó a poner algunos puntos como referencia en el lienzo, ahora guarda sus plumones en el estuche.
Wiltshire saluda otra vez a un pequeño grupo que se mantiene en el lobby y que celular en mano comienza a tomar fotografías al artista y al avance de su obra, al tiempo que tímidamente le aplauden. Entonces trabajadores de la Torre Bancomer se comienzan a acercar discretamente a ver cómo va la Ciudad de México. Si ya se ve el Zócalo, la Basílica, el Estadio Azteca, Ciudad Universitaria, o Xochimilco, puntos que este domingo sobrevoló.
Pero no, apenas se distingue el World Trade Center e Insurgentes comienza a tomar forma. Hoy quizá seguirá otro de esos rascacielos que tanto le encantan, tal vez la Torre Latinoamericana, que de los que observó fue su favorito.
Entonces, el artista londinense regresó a su hotel, a seguir con más bocetos en su libreta, pues hoy tiene que regresar.
Hoy se sentará de nueva cuenta frente al lienzo, se pondrá otra vez sus audífonos y escuchará hip hop, R&B y música disco de los 70, pues según explicó son los ritmos que eligió para escuchar mientras dibuja la ciudad. En esta ocasión descartó a algunos de sus favoritos: The Beatles o Michael Jackson.
A Wiltshire, uno de los savant más famosos del mundo, la Ciudad de México lo cautivó por la combinación de zonas antiguas y edificios modernos, y para él todo inició en el World Trade Center... pero todavía no se sabe con qué trazo y dónde termina, tal vez en otro rascacielos.