“Elena Garro no era ingenua, nunca lo fue. Fue una mujer brillante y nunca fue insegura. Ella sabía que pesaba, nunca dudo de su poder y siempre estuvo segura que iba a trascender, pero recuerden que no se le publicaba y se le rechazaba todo y pocos, muy pocos, decían algo sobre ella y fue lamentable que la silenciaran”, dijo la escritora Patricia Rosas Lopátegui, quien participó en una charla virtual, convocada por la librería U-Tópicas.
En el evento se recordó a la escritora Elena Garro a 25 años de su fallecimiento, con la participación de la dramaturga Estela Leñero, la escritora María Dolores Bolívar y Rosas Lopátegui.
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“En el campo de la narrativa, las mujeres escritoras, son por lo general, timoratas. No se atreven a decir cuáles son sus influencias, porque muchas de ellas tienen pánico de lo que van a decir sus lectores ‘beta’, sus censores personales; muchas no reconocen la deuda que tienen con las mujeres escritoras en general y por supuesto con Elena Garro, sobre todo las cuentistas y las novelistas”.
Además, subrayó que escritores como Juan Rulfo o Gabriel García Márquez, tuvieron que leer en su momento Los recuerdos del porvenir “y jamás la alabaron, es algo histórico y creo que es imposible que no haya pasado, debieron de leer la novela, aunque no puedo probarlo, pero nunca dijeron nada”.
Durante la charla, las participantes hablaron sobre la manera en que Elena Garro había tomado la decisión de quemar, guardar y desaparecer su obra ante las constantes negativas para publicarla y bajo la presión de un “cacique cultural”, como llamaron al escritor Octavio Paz.
Por su parte, la escritora Patricia Rosas Lopátegui habló de la narrativa y la obra maestra de Garro: Los recuerdos del porvenir y mencionó su faceta periodística.
“Además de su activismo social y político, se dedicó a escribir, lo hizo desde muy pequeña y muchos de sus textos se quedaron en baúles”.
Resaltó libros como Testimonios sobre Mariana y Matarazo no llamó, que es de corte policiaco “donde trató el tema de la represión gubernamental frente a su pueblo, el acoso, las torturas y el asesinato de los enemigos del régimen… algo que Elena Garro vivió en carne propia”.
Además, la especialista habló de una novela rara llamada Inés, donde Garro relata la historia de una mujer que es secuestrada por un círculo de personas que ofician rituales enfermizos.
Por su parte, María Dolores Bolívar se centró en la faceta de Elena Garro como cuentista: “Muchas veces tenemos la impresión que sus cuentos son autobiográficos y sí, pero no es tan sencillo reconocerlos en su propio universo, ella tomó de su vida estos préstamos y escribe la manera en la que ella percibe el tiempo de una manera especial. Lo usa para recrear puertas de entrada o salida a otro tiempo, donde libera sus miedos e instintos y libera a la mujer de su condición de objeto. Nunca con finales felices y siempre abiertos”.
Patricia Rosas Lopátegui también habló del libro Cristales de tiempo, el cual reúne poemas inéditos de Elena Garro.
“Octavio Paz no le permitió publicar poesía. Pero ella escribió desde muy pequeña, muchos de sus poemas los quemó o se perdieron, pues ella no le daba importancia. Sus poemas se quedaron rezagados. Pero su poesía es sumamente innovadora, llena de símbolos y metáforas: el exilio y la mujer en la condición patriarcal, son parte de ellos”.
Además, recordó que Elena Garro fue periodista con “una voz poderosa y potente que causaba mucho ruido, de hecho, la primera vez que sale su nombre a la luz pública es por el periodismo, el cual, siempre estará ligado con la literatura”.
En su intervención, Estela Leñero dijo que Garro hablaba en sus textos de teatro sobre la “violencia doméstica, no solo es la denuncia social, se atreve a hablar de lo que pasa en los hogares y el abuso a las mujeres”.
Los perros, un texto de Elena Garro, se sigue montando en teatro por la vigencia de los temas que toca como la pobreza, la lucha de poderes y la situación opresiva que vive la mujer en un contexto dominado por hombres.
“Es muy interesante el juego que hace Garro con el tiempo, el presente y el pasado viven en sus textos y creo que sí hay herederas en la dramaturgia del realismo mágico que manejaba Garro”, explicó Leñero.
Finalmente, las participantes coincidieron en la necesidad de revalorar y leer a Elena Garro, quien hasta sus últimos días, pese a todo, nunca se doblegó al poder y al patriarcado.
PCL