Elenita, la Poni, la escritora, la periodista, la preguntona… Elena Poniatowska llega caminando a la fundación que lleva su nombre de la mano de su hijo Felipe Haro. Se ve contenta, sonríe a la nube de fotógrafos, lleva una blusa roja, no suelta su bolsa de mano y avanza al estrado con pasos lentos.
“Tengo 91 años y el premio es como el cierre de un collar: el cierre de una vida, una vida muy fructífera, feliz y en la que he sido objeto de grandes generosidades, de grandes apoyos, mucho cariño y también lo comparto con los periodistas”, dijo Elena Poniatowska, quien es la cuarta mujer que gana el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español 2023.
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La escritora y periodista ofreció una conferencia de prensa para hablar del premio que reconoce su amplia trayectoria y sus aportaciones a las letras en lengua española, a través del periodismo, la crónica, la entrevista y la novela.
“El premio también tiene que ver con el periodismo. Yo me inicié en 1953 en el periodismo cuando ninguno de los que están aquí había nacido. Siempre me recibieron bien en mis entrevistas, no recuerdo que me hayan dicho ‘váyase por un tubo’, tal vez a Cantinflas no le caí bien, pero en general agradezco todo lo que me contaron”.
Elena Poniatowska, de buen humor y siempre bromista, comentó que conoció a Carlos Fuentes antes de ser escritor y siempre la llamó “la Poni”.
“Era hijo de embajadores, de Rafael y Bertha Fuentes, entonces, cuando no estaban sus papás, él daba grandes fiestas, no había mucha bebida, porque no había mucho dinero. Él bailaba, pero al principio no bailaba bien, daba bastantes pisotones, pero después aprendió (risas). Era un hombre que todo lo quería saber y se hacía amigo de taxistas, vendedores de lotería, de las meseras y así logró una novela muy importante: La región más transparente. Carlos hizo una carrera meteórica y deslumbrante. Escribía todos los días y lo hacía con un solo dedo de la mano derecha que se le deformó y puso una pasión enorme. Lo quise mucho a él y a su familia”.
El futuro de su acervo
Con una sonrisa siempre presente, decide hablar de un tema importante, el futuro de su legado, del acervo que ya recibió ofertas de compra de universidades extranjeras, sin embargo, ella y su hijo, aseguraron que las rechazaron.
“Algo que sí me dolió es que todos los acervos de los mexicanos van a las universidades norteamericanas: Carlos Fuentes, Elena Garro, Octavio Paz, Margo Glantz… Es importante que se quede lo valioso de un periodista, un escritor, es muy importante que no se dispersen como se ha hecho con los grandes creadores”.
Mientras que Felipe Haro, agregó: “El acervo es de la familia, se va a quedar en la fundación en comodato y es de todos. Sin embargo, en México no tenemos las condiciones para guardar los archivos, por eso estamos buscando apoyos: que nos den un porcentaje chiquito de lo que se invierte en el Tren Maya o Dos bocas para que la fundación funcione y para que el archivo se quede en el país en buenas condiciones”.
Durante la charla, Elena Poniatowska dijo tener 10 nietos a los que ve cada lunes, recibe a sus amigos y sigue escribiendo y leyendo periódicos. “Llevo una vida como la de todos, me baño, me lavo los dientes y leo periódicos”.
Durante el evento le preguntaron sobre algún consejo para los jóvenes, a lo que la periodista respondió: “Soy muy chiveada para dar consejos. Yo siempre he recibido los mensajes. Yo soy una persona llena de preguntas y tengo las respuestas que me han dado los demás con gran generosidad”.
Una tarde de anécdotas
La conferencia se volvió un mar de historias, donde Elenita recordó a su esposo, el astrónomo Guillermo Haro, reconoció el trabajo de mujeres periodistas, habló de sus entrevistas y de las visitas a las cárceles del país, donde aseguró tuvo un gran aprendizaje. Recordó su amistad con José Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis, a quienes extraña y se sumerge en sus recuerdos con mil y una anécdotas.
“Cuando iba al Blanquita veía a María Victoria, todo mundo le gritaba: 'vuelta,vuelta', querían ver su cinturita y sus nalgas. Como consejo me decían que había que parar las chichis, mover las nalgas, pero yo era scout y no me lo sabía (risas) pero tampoco he sido muy ducha para aprenderlo”.
La escritora también opinó sobre el país y su futuro: “Espero que haya una transformación más abierta, que no haya dedazos, que se den oportunidades a mujeres que aspiran al poder, creo que lo harían muy bien. México es un país feliz. Dentro de lo que cabe, es un país rico e inteligente”.
Elena Poniatowska recibirá el Premio Internacional Carlos Fuentes 2023 en noviembre, donde, fiel a su costumbre, la escritora volverá a usar el vestido que unas artesanas le regalaron y que ella prometió usar cada vez que le dieran un reconocimiento, como cuando ganó el premio Cervantes.
Al final, camarógrafos, fotógrafos, todos envuelven a Elena Poniatowska, ella baila, da un giro, sonríe, posa y responde a todo lo que le preguntan, aunque ella siempre ha dicho: “A mí, lo que me gusta, es preguntar y escuchar”.
PCL