A los 21 años de edad, Elena Poniatowska comenzó su labor como periodista, casi de manera fortuita, pero desde que empezó a hacer entrevistas su interés primordial ha sido saber cómo son los demás, lo que interesa a los otros y a dónde quieren llegar.
“Por mí nunca me he interesado, porque vivo conmigo misma, se supone que ya sé lo mío. Toda mi vida, desde los 21 años, cuando empecé a hacer entrevistas, ha sido preguntarle a los demás, a leer para saber y prepararme. En realidad, nunca me he buscado a mí misma en mi obra”, confiesa la escritora.
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Ese interés por los demás se encuentra reflejado en buena parte de su obra, en especial en su proyecto más reciente, El amante polaco (Seix Barral), del cual acaba de aparecer el tomo dos, en el que recupera la historia del último rey de Polonia, Stanislaw Poniatowski, y también ofrece un panorama de la vida política y cultural del México de la segunda mitad del siglo XX.
“Sí me gustó mucho pensar que el rey había sido un hombre generoso, interesado en el arte, amigo de escritores, de músicos, que tenía una cultura francesa, desde el filósofo Voltaire, y eso me gustó mucho, que fuera un intelectual, que le gustaran los objetos bellos, las palabras bellas, las pinturas bellas”.
Foto: Ariel Ojeda
Uno de los aspectos que más interesó a la escritora fue acercarse a esa figura, “un rey muy inteligente y muy demócrata”, porque se ocupó de los trabajadores, de los hombres que estaban en los astilleros, que tenía una educación basada en todo lo que decían Voltaire y Rousseau, leyó a los grandes filósofos franceses e influyeron mucho sobre él.
Y al mismo tiempo, en la manera en que las mujeres participaron de esa historia, la forma en que influyeron mujeres como Catalina la Grande, quien quería expandir su territorio y Poniatowski toda la vida creyó que ella lo quería, cuando tuvo varios amantes.
Curiosidad periodística
En el libro 2 de El amante polaco, Elena Poniatowska presenta la coronación del último rey de Polonia, pero en especial su inevitable caída, en una Europa definida por las conspiraciones y, sobre todo, por la ingenuidad de un hombre que pensó que “Catalina la Grande lo quería, aunque ella tenía muchos amantes”.
La historia le permite hacer una reflexión sobre el papel de las mujeres, bajo el convencimiento de que, en la actualidad, se habla mucho más de mujeres que antes: “Antes sí se habló. Bueno, finalmente la más grande poeta de toda América Latina es Sor Juana y eso no lo digo yo, Octavio Paz dijo que ella era importantísima no sólo para México, sino para toda América Latina y es una mujer, una monja”.
Foto: Ariel Ojeda
Acompañado de ese relato está el recorrido por la ciudad de sus primeras experiencias en el mundo de la cultura, como periodista, lo que para Elena Poniatowska ha sido una de sus grandes pasiones; sin embargo, “me da gusto ser las tres cosas a la vez, estoy muy contenta de ser escritora, periodista y entrevistadora".
“Cumpliré 90 años en mayo, soy periodista, escribo todos los domingos, he hecho muchos artículos, muchos reportajes. El pasado, finalmente, es parte de mi vida actual, pero tengo tantas cosas que hacer en la actualidad, trabajo mucho, hago artículos, que no me puedo poner a pensar en el pasado. Ahora que me asaltaron sí pienso qué se llevarían en la laptop, cuántos documentos había, qué perdí y eso sí me da tristeza, porque no los tengo en doble. En realidad, no me aferro, nunca me he aferrado a nada”.
La tristeza, siete días después
Hace una semana, la escritora sufrió un robo en su casa: sustrajeron una laptop y unos artículos de plata. Durante los primeros días no estuvo intranquila, confiesa, pero la noche entre el domingo y el lunes sintió mucha tristeza. “Yo soy responsable, porque soy muy confiada, a todo el mundo le digo que pase y tome café”, afirma Poniatowska.
yhc