La magia se da entre la música y el movimiento, que se combinan de “una manera perfecta” para que un bailarín pueda interpretar la coreografía Bolero, de Maurice Béjart. En entrevista telefónica se escucha la voz de Elisa Carrillo, quien dice que no puede evitar estar “emocionada” de compartir que tiene la autorización para interpretar próximamente este clásico con el público mexicano.
Elisa tuvo su primer encuentro en Lausanne con Gil Roman, director artístico del Béjart Ballet Lausanne. “Él no sabe que Elisa lleva en su corazón un sueño que ha tenido guardado desde hace años… Unos minutos en el ensayo... Elisa sale llena de emoción... tiene la autorización para interpretar el Bolero en México”, detalla el comunicado que anuncia este logro.
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La elegida
Solo el director del Béjart Ballet Laussane y su equipo deciden quién puede interpretar esta coreografía, explica la prima ballerina del Staatsballett de Berlín. “No se puede decir lo que Roman vio o qué es lo que lo hizo decidirse, pero claro que me conoce, sabe de mi trayectoria. También sé que Maurice Béjart quiso mucho a México, su compañía ha venido de gira, así que hay una historia, y para mí, tener la oportunidad de ser la primera representante mexicana en hacer esto, que yo pueda presentarlo en mi país, es algo maravilloso”.
Para interpretar Bolero se necesita no solo fuerza sino presencia escénica, comenzando con el papel central (la Melodía), que a veces es representado por una bailarina y otras por un bailarín, según se permita; mientras que el Ritmo es interpretado por bailarines que se van integrando a través de la música de Ravel.
Trabajo al ritmo del amor
El escenario en el que Elisa actuará será compartido con otros bailarines, quienes serán elegidos en una convocatoria que se realizará posteriormente; no hay fechas exactas y tampoco lugares puntuales, lo que la bailarina comenta es que la gira Gala “Bolero” México 2022 será presentada en Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Yucatán y Quintana Roo.
“Todo lo que hago es con la intención de promover la danza en mi país y para que se vean más cosas, entonces es un proyecto donde tendré la posibilidad de presentarlo con bailarines mexicanos, para lo cual se hará una selección y se les dará la oportunidad de que me acompañen, y pienso que es de las cosas bellas de este proyecto. Creo que es algo para nuestro país, para nuestro público, que he trabajado con mucho amor para lograrlo”.
Foto: Especial
La coreografía da inicio, en este caso, con una bailarina sobre una gran mesa y, al ritmo de la música, los bailarines irán acompañándola. Maurice Béjart dijo de la obra de Ravel que era “una música demasiado conocida y, sin embargo, siempre nueva por su sencillez”, la cual va aumentando en volumen e intensidad, devorando el espacio sonoro y al final engullendo la melodía.
Elisa Carrillo cuenta: “Esa energía que uno puede darle al público, eso es justo el estilo que él (Béjart) estaba pidiendo, entonces, es una pieza con dificultad, por toda la parte que implica de concentración, de mantener el ritmo, de poder representar esa melodía con la exactitud de los pasos y de estar en el centro de la mesa, de estar acompañada, en este caso que soy mujer, de muchos hombres en el escenario que están marcando el ritmo de la música y, a pesar de la exactitud, ser sensual y tener la suavidad que necesita ese movimiento. Es un proyecto que he soñado, es algo muy bello para nuestro país, para la danza y para el arte, para el nombre de México a escala mundial”.
La danza y la guerra en Ucrania
Elisa Carrillo formó su familia con el bailarín ruso Mikhail Kaniskin, por lo que el conflicto actual entre Rusia y Ucrania es “una situación que nos entristece, te rompe el corazón. En lo personal tenemos familiares tanto en Ucrania como en Rusia; creo que es algo que la humanidad está sufriendo por todas estas consecuencias. En el mundo de la danza, la forma en que vivimos, la forma en la que estamos trabajando es apoyar a bailarines que vengan tanto de Rusia como de Ucrania, que al final se dedican a la danza y lo que estamos haciendo tanto en Alemania como yo personalmente, es aportar en la manera que uno puede. Lo que queremos es que llegue la paz y que esto termine, porque al final uno no es culpable por el sitio en el que nació. Es una situación que está hiriendo a la humanidad y que lo único que deseamos es que termine”.
hc